Las cuentas canarias para 2017 ya tienen los cimientos sobre los que comenzar a construirse. El Consejo de Gobierno aprobó ayer las directrices y criterios para su elaboración y la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, avanzó que tendrán entre sus objetivos principales ahondar en las políticas sociales y la generación de empleo.

Esa senda es la que marca "el pacto para la gobernabilidad" que suscribieron hace un año Coalición Canaria (CC) y Partido Socialista Canario (PSC-PSOE), y que sostiene al actual Ejecutivo de Fernando Clavijo.

El acuerdo alcanzado ayer pasa por ceñir el presupuesto a un déficit máximo del 0,1% del Producto Interior Bruto (PIB) y no exceder una regla de gasto cuya tasa de referencia del PIB nominal para la economía española está fijada en el 2,2%. Un corsé que para Canarias "no supondría ningún problema", afirmó Dávila, al contrario que para otras comunidades autónomas que se han alejado del camino marcado para alcanzar el 0% de déficit, objetivo último marcado por Bruselas.

El condicional en el establecimiento de esos topes viene dado porque hoy mismo se reúnen los ministros de Economía y Finanzas de los 28 -Ecofin-, que habrán de decidir si dan luz verde a la nueva hoja de ruta que ha puesto España sobre la mesa y que pasa por cumplir el 0,5% de déficit en 2017; el 0,3%, en 2018, y el 0% en 2019.

Contar con la aprobación del Ecofin, supondría un incremento del margen de actuación del Gobierno canario a la hora de elaborar las cuentas del año próximo. Sin embargo, la consejera de Hacienda recordó que el nuevo escenario habría de aprobarse en las Cortes, adonde tendría que llegar de la mano de "un Gobierno que no esté en funciones", algo que hoy por hoy no es posible.