Bruselas quita presión a España para cumplir con el déficit estipulado pero los recortes y la austeridad se mantendrán dos años más. Por ello existe preocupación en el Gobierno y en los empresarios ante el impacto que pueden tener los nuevos ajustes en las partidas relativas a Canarias que se incluyan en los presupuestos del Estado de 2017 y 2018. El presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Agustín Manrique de Lara, espera que las restricciones se realicen de forma "equitativa" en función del cumplimiento del déficit de cada comunidad autónoma. Por su parte, el secretario general de la CEOE-Tenerife, Pedro Alfonso, espera "sensibilidad" del futuro Gobierno central con las regiones cumplidoras y evite el "café para todos".
Para calibrar los repercusiones del nuevo escenario presupuestario primero tendrá que formarse Gobierno en el Estado, algo que no está claro a día de hoy. Será el nuevo Ejecutivo el que tendrá que marcar las nuevas directrices de la senda del déficit para debatirlas y aprobarlas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, después en el Consejo de Ministros y finalmente en el Parlamento. Mientras llega ese proceso el Ejecutivo canario se mantiene en lo aprobado el pasado lunes en el Consejo de Gobierno para las cuentas de 2017, es decir, un límite de déficit del 0,1% y un techo de gasto no financiero del 1,8%.
Cuentas expansivas
Las patronales empresariales consideran que el Ejecutivo de Fernando Clavijo está en disposición de elaborar unos presupuestos para 2017 más expansivos que los de los últimos años y que se reactive la inversión pública para impulsar la actividad económica. A priori el Gabinete regional ve viable esta expansión en el gasto, aunque con la prudencia a la que obliga la situación de interinidad en la que se encuentra el Gobierno central. Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo hasta dónde se puede comprometer con Canarias el Ejecutivo central en las cuentas estatales de 2017 y 2018 ya que la reducción del déficit del 5,1% hasta el 2,2% en dos años implican reducir el gasto en unos 28.000 millones de euros.
Están en juego el nuevo convenio de carreteras que se quiere negociar para que entre en vigor el próximo año, los fondos para el plan de empleo de Canarias, las ayudas al transporte o a los sectores productivos. Tras los ajustes sufridos desde 2012 está por ver si se puede elevar las partidas a Canarias con este escenario de austeridad impuesta por Bruselas. En cualquier caso, tanto los empresarios como el Ejecutivo regional puntualizan que el impacto puede ser mayor o menor en función de los acuerdos políticos a los que se llegue para formar el nuevo Gobierno.
El presidente de la patronal de Las Palmas recuerda que las comunidades autónomas son "corresponsables" junto al Estado del cumplimiento del déficit, pero tampoco se puede permitir que el ajuste sea a todas por igual al margen de si han cumplido más o menos la estabilidad presupuestaria, por eso aboga por unos recortes que sean "equitativos". Asimismo, Agustín Manrique de Lara estima que Canarias no necesita más ajustes en sus cuentas sino al contrario, es decir, que pueda incrementar su techo de gasto e aumentar la inversión.
Por su parte, Pedro Alfonso, lamenta que una gran parte de este nuevo esfuerzo tenga que proceder de las empresas a través del Impuesto de Sociedades. También espera que no haya una bajada de los fondos europeos sino una retención de los mismos hasta 2018, lo que significa que en los dos ejercicios siguientes se tendrán que gastar con más celeridad. Alfonso mantiene que a Canarias no se le puede tratar como a las comunidades que no cumplen con la estabilidad: "no se puede penalizar a los que cumplen", advierte.
El dirigente empresarial espera del Gobierno canario más "eficiencia" en el gasto para contar con más inversión pública en 2017, derivada también de la aplicación de los fondos del ITE. En este sentido, Alfonso recuerda el compromiso del Ejecutivo de reducir impuestos en 2018 para dinamizar la economía.
Por otro lado, el secretario general de CCOO en las Islas, Carmelo Jorge, advierte que la Comisión Europea no ha abandonado su dogma de centrar la austeridad únicamente en el gasto y no contemplar también los ingresos. De todas formas, el dirigente sindical tampoco ve garantías de que en dos años España vaya a cumplir con el déficit, a tenor de lo sucedido en estos últimos años en los que, a pesar de los fuertes ajustes, se han incumplido los objetivos marcados. "Hay que frenar el deterioro social con políticas más expansivas", defiende.
