"Salam Aleikum" (la paz sea contigo). Con el tradicional saludo árabe el cónsul de Marruecos en Canarias, Ahmed Moussa, y su esposa, Fátima Edderham, dieron la bienvenida a cada uno de sus invitados a la cena de gala con motivo de la Fiesta del Trono para conmemorar el decimoséptimo aniversario del ascenso del Rey Mohamed VI. Sabores y sonidos convirtieron por unas horas el salón García Escámez del Hotel Santa Catalina en una estancia de un palacete marroquí.

Más de 200 personas asistieron al ceremonial en Las Palmas de Gran Canaria, que se repite año tras año desde la llegada al trono de Mohamed VI el 30 de julio de 1999. Esencia de palo de rosa animaba a participar en la velada.

Horas antes, al otro lado del Atlántico, en Tetuán, en su discurso, el monarca resaltó las "reformas políticas profundas, grandes planes económicos y proyectos de desarrollo humano que han cambiado la fisonomía" del país durante los últimos 17 años. Marruecos "avanza sin parar, sin petróleo ni gas", enalteció el soberano, que citó como ejemplo varios ámbitos donde ha logrado firmar acuerdos estratégicos con diferentes países: la energía, las infraestructuras, la agricultura, la lucha antiterrorista, la gestión de la política religiosa y la cooperación militar. Mohamed VI justificó así que su país quiera "diversificar sus socios", más allá de sus "aliados" por excelencia, Francia y España, con los que su país -afirmó- no cesa de profundizar sus relaciones, informa Efe.

Entre los lugares hacia los que Marruecos pretende abrirse aludió a Rusia, China e India, además de las monarquías árabes del Golfo Pérsico, pero no mencionó a Estados Unidos, con el que Marruecos ha tenido algunos desencuentros por el Sáhara.

Durante el acto, el gobernante distinguió con una de las más altas condecoraciones del estado marroquí al expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, que ha expresado siempre su amistad con Marruecos. El dirigente socialista recibió el cordón alauí de clase excepcional.

Ya con la puesta de sol arrancó la fiesta en la capital grancanaria con un cóctel con langostinos con tartar de tomate y carbón de cebolla; croquetas de espinacas, piñones y dátiles; kefta de pollo con piñones asados; zaaluk (la ensalada marroquí) de berenjenas asadas y tajín de cordero, entre otras exquisiteces.

Después de dirigir unas palabras de bienvenida a los asistentes agradeciéndoles su presencia, el cónsul en el Archipiélago, Ahmed Moussa, subrayó que esta fiesta es "la consagración que simboliza una perfecta cohesión entre el pueblo y su Rey, entre la monarquía y los diferentes componentes de la sociedad en las doce regiones del país". "La corona marroquí, símbolo de la cohesión del Estado, de su unidad nacional y territorial, es la conductora de las aspiraciones de desarrollo y modernidad del pueblo marroquí", manifestó.

En estos 17 primeros años de reinado del monarca el país ha conocido una amplia transformación en su política interna, su economía y sus infraestructuras, continuó Moussa, que insistió en que "hoy nos encontramos ante un país más moderno, que ha surgido de la reforma del Estado y del sistema político, una gran reforma".

El anfitrión en la gala destacó que Mohamed VI ha impulsado las sinergias y lazos entre los diferentes sectores económicos y las regiones marroquíes.

Describió a su gobernante como "un rey joven y dinámico, atento a las aspiraciones de su pueblo, que está conduciendo a su país con éxito por la senda de la modernidad, la democracia y el desarrollo". En este sentido, aseguró que "las importantes reformas llevadas a cabo en el país han hecho que el reino de Marruecos esté acreditado actualmente como el país más estable del mundo árabe y de África".

Entre estas reformas hizo especial mención la instauración del rol constitucional de la monarquía parlamentaria, y la celebración de elecciones legislativas, regionales y municipales, "libres y transparentes". Además de subrayar "la consolidación del pluralismo político y de los derechos humanos, la consagración de los derechos de la mujer que aporta el nuevo código de familia de Marruecos, una experiencia única en el mundo árabe y musulmán". Igualmente, puso a su país como "ejemplo de tolerancia religiosa", garantizada en la Constitución.

En el plano económico, según Ahmed Moussa, el Gobierno vela para que "el desarrollo de la economía no sea disociado del progreso social". En este contexto, manifestó que el soberano ha lanzado la Iniciativa Nacional para el Desarrollo Humano y ha creado diversas fundaciones caritativas, por ejemplo la Fundación Mohamed V para la Solidaridad, en honor a su abuelo.

Las actuaciones emprendidas hasta ahora han logrado que "más de dos millones de marroquíes hayan salido de la pobreza extrema", indicó el diplomático. Es más, en su intervención aseguró que el país vecino ha recibido reconocimientos internacionales por haber cumplido dos años antes de los previsto los Objetivos del Milenio en términos de lucha contra la pobreza.

También se refirió ampliamente a las elecciones legislativas que celebrará su país el 7 de octubre y que constatan la "consolidación del proceso democrático". "El reino está ya implicado en un proceso de democratización irreversible", apostilló.

Asimismo, se detuvo en los lazos entre España y Marruecos, que se han convertido en "aliados estratégicos". "Sus relaciones bilaterales son un modelo de cooperación notable en numerosos ámbitos", agregó el cónsul.

Y respecto a Canarias, comentó que las relaciones con el territorio vecino están "en sus mejores momentos". "Existe una voluntad política de reforzar las relaciones en el ámbito económico", añadió Moussa, que elogió a las Islas como "plataforma intercontinental" e invitó al presidente, Fernando Clavijo, a visitar su país para "reforzar las relaciones bilaterales". Acto seguido, hubo un brindis por los monarcas Mohamed VI y Felipe VI.

Junto a representantes de la comunidad alauí, la recepción oficial contó con cargos públicos, como el subdelegado del Gobierno en Las Palmas, Luis Molina, el portavoz del PP en el Cabildo de Gran Canaria, Felipe Afonso El Jaber, y la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, entre otros. Además de dirigentes empresariales; mandos de las Fuerzas Armadas Españolas, como el jefe del Mando Aéreo de Canarias, el general Miguel Ángel Villarroya; y miembros del cuerpo consular, como el cónsul de Islandia, Javier Betancor.

El expresidente canario y Diputado del Común, Jerónimo Saavedra, quiso compartir la satisfacción de "tener un vecino que goza de estabilidad, desarrollo económico y respeta las libertades, una excepción en el panorama africano". El presidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, José Sánchez Tinoco, aludió a las "magníficas" relaciones comerciales con Marruecos, en lo que coincidió el consejero de Economía e Industria del Gobierno autonómico, Pedro Ortega, que confía en que esos vínculos se intensifiquen en cuanto se inaugure el Puerto de Tarfaya.

Mientras que el alcalde de la capital grancanaria, Augusto Hidalgo, detalló que en la ciudad conviven 40 nacionalidades y la población marroquí es "una de las más numerosas e históricas", junto con la colombiana y la italiana.

Todo ellos aplaudieron la cooperación entre Canarias y Marruecos. Los festejos proseguirán este domingo en Tetuán con una recepción política y diplomática, además del ritual de la beia o pleitesía, en el que cientos de notables (electos o designados) del país, vestidos obligatoriamente con una capa blanca, se prosternan ante el rey a caballo.