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Crisis política Nuevo intento para desbloquear la gobernabilidad de España

La investidura fallida de Rajoy devuelve la agenda canaria a la casilla de salida

Unas terceras elecciones congelarían el proceso de normalización de las relaciones Canarias-Estado

La investidura fallida de Rajoy devuelve la agenda canaria a la casilla de salida

Mariano Rajoy perderá hoy con toda seguridad la segunda votación para su investidura como presidente del Gobierno y con ello se pone en marcha el reloj para unas posibles nuevas elecciones el 25 de diciembre. Si en el plazo de los dos próximos meses él o cualquier otro candidato que pudiera proponer el Rey no consiguen la confianza del Congreso de los Diputados para formar Gobierno, los ciudadanos se verán obligados a tomar de nuevo la palabra y volver a las urnas, en este caso el mismo día de Navidad.

La fallida investidura de Rajoy, sumada a la del socialista Pedro Sánchez en marzo pasado durante la frustrada pasada legislatura, mantiene un bloqueo histórico en la política española y paraliza grandes decisiones de gobierno que el país necesita con urgencia, pero también afecta particularmente y de manera grave a Canarias, cuyos asuntos pendientes desde hace más de un año para normalizar y actualizar las relaciones con el Estado quedan de nuevo congelados.

La situación incidirá también en la dinámica política isleña, pues retrasa la previsible remodelación del Ejecutivo canario que pretende llevar a cabo Fernando Clavijo para dar un impulso político a su gestión de cara a la segunda mitad de la legislatura autonómica. De hecho, ya el lunes de esta semana descartó cambios en el corto plazo. Además, también quedan en el aier los procesos congresuales de Partido Popular (PP), Partido Socialista (PSOE) y Coalición Canaria (CC).

Vuelta atrás

La llamada agenda canaria volvería así a la casilla de salida tras los dos fallidas intentos de sacarla adelante desde que se celebraran las elecciones del 20 de diciembre del año pasado El nuevo marco político surgido de aquella cita electoral, con la pérdida de la mayoría absoluta del PP y la fragmentación parlamentaria, abría nuevas expectativas sobre el desarrollo de esa colección de asuntos canarios, pero al mismo tiempo sembraba dudas por la dificultad de conformar una mayoría de gobierno; como el tiempo ha venido a demostrar.

Desde la misma convocatoria de aquellas elecciones, Canarias contaba con la apertura de una nueva etapa política, gobernara quien gobernara en Madrid, para avanzar en los temas que llevaba queriendo negociar y cerrar con el Estado y que habían sido causa de enfrentamiento y tensiones entre ambas partes durante la mayor parte de la legislatura de gobierno del PP.

Aunque las tensiones desaparecieron y se produjeron avances tras las autonómicas de mayo de 2015 y el consiguiente cambio de Ejecutivo en las Islas, la mayor parte de esos temas de agenda canaria requerían del impulso de un nuevo Gobierno del Estado en un nuevo contexto económico de presupuestos menos restrictivos.

Tras la renuncia del líder del PP a someterse a la investidura pese a haber sido el candidato del partido ganador de las elecciones, fue Pedro Sánchez, el candidato del PSOE, quien lo intentó, incorporando desde el primer momento un amplio apoyo desde las Islas al asumir la mayor parte de las reclamaciones del Archipiélago. No sólo muchas de ellas estaban recogidas en el anexo canario del programa del PSOE pactado con Nueva Canarias (NC), su socio electoral, sino que enseguida el propio Sánchez incorporó otras nuevas como consecuencia del acuerdo alcanzado con CC para el apoyo de su diputada, Ana Oramas, a la investidura.

Pero Sánchez fracaso en su intento de suceder a Rajoy y la agenda canaria quedó de nuevo a expensas de las nuevas elecciones a que abocó ese primer bloqueo político en Madrid. Así, los elementos centrales de los asuntos que el Archipiélago debe abordar con urgencia con el Estado siguieron sin poder desarrollarse.

Reforma del Estatuto, actualización del REF económico, constitucionalización del fuero canario en caso de reforma de la Carta Magna, recuperación de los convenios de infraestructuras y de empleo suspendidos o reducidos a la mínima expresión por el Gobierno del PP desde 2011, reforma del sistema de financiación, cuestiones energéticas, mejora de la conectividad y del transporte aéreo, estrategia europea, ayudas al sector agrícola y una mayor cuota pesquera para la flota canaria constituían esas demandas.

Prácticamente la misma lista de asuntos fue incluida en las negociaciones que CC y PP emprendieron a principios de julio pasado cuando tras las elecciones de junio, esta vez sí Rajoy asumió el encargo del Rey de presentarse a la investidura. Con todo, los nacionalistas prefirieron esta vez profundizar en la negociación tanto en el ámbito político como en el técnico, involucrando al presidente de de Canarias y líder fáctico de CC, Fernando Clavijo, y pactando con el PP un documento de siete páginas y catorce puntos que desarrollaba con más detalle los asuntos, aunque seguía sin concretar la dotación presupuestaria para aquellos asuntos que la requieren.

Para CC, la también fallida investidura de Rajoy y unas hipotéticas nuevas elecciones suponen un grave perjuicio a las Islas, porque supondrían mantener paralizada la hoja de ruta de las nuevas relaciones Canarias-Estado, que es tanto como mantener congeladas las partidas de inversión estatal en las Islas. Un gobierno en funciones no podrá elaborar los presupuestos para 2017.

El horizonte de otro proceso electoral llevaría el calendario de los asuntos canarios en Madrid hasta bien entrado el próximo año. el único aspecto positivo es que desde el 20D de 2015 los dos grandes partidos nacionales se han involucrado en una agenda isleña que formará parte del programa de gobierno que finalmente pueda constituirse, tanto si lo preside un popular, como si lo hace un socialista.

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