La designación del exministro de Industria José Manuel Soria como candidato a una dirección del Banco Mundial (BM) desató el viernes por la noche una tormenta política que ayer continuaba plenamente activa y amenazaba con abrir alguna que otra grieta en la cohesión con que el PP cerró filas en torno a su líder y candidato, Mariano Rajoy.

El nombramiento de José Manuel Soria, cinco meses después de su dimisión, ha tenido un efecto rompedor tanto en el seno del propio PP como en dos de sus socios en la última sesión de investidura, Ciudadanos y Coalición Canaria. Las agitadas aguas del Congreso de los Diputados se han revuelto aún más tras conocerse la reaparición pública del controvertido exlíder popular canario. La crisis política desatada por la promoción del exministro de Industria ha sido recibido en la oposición parlamentaria y en especial entre algunas familias socialistas como una ayuda para Pedro Sánchez.

El Ministerio de Economía informó tras el segundo debate de investidura de Rajoy que el exministro de Indutria, Energía y Turismo era el elegido para ocupar uno de los puestos de España en el Banco Mundial. Soria, que renunció el 15 de abril como miembro del Ejecutivo de Rajoy al conocerse que había tenido una sociedad en el paraíso fiscal de Jersey, fue elegido por la Comisión de Evaluación a las Instituciones Financieras Internacional (IFI). El plazo para presentar candidatos concluyó el viernes y su nominación junto a otros 24 directores ejecutivos será votada por 189 gobernadores del Banco Mundial.

De producirse el nombramiento, Soria será director ejecutivo del Banco Mundial con sede en Washington entre el 1 de noviembre de este año y el 31 de octubre de 2018, en el puesto que España comparte con México, Venezuela, Costa Rica, el Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. El sueldo que le corresponderá al año, según los datos de 2015, es de unos 226.000 euros libres de impuestos.

El malestar político ha sido generalizado, excepto en las filas del PP, aunque también entre los compañeros de partido se han escuchado reticencias y reproches a este regreso de Soria a la vida pública. En cambio, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, defendió ayer la propuesta hecha por el Ministerio de Economía alegando que el exministro tiene "la carrera y vuelve para seguir con su carrera, y no dejarle que trabaje en un puesto relacionado con su carrera profesional no lo entiendo demasiado".

José Manuel Soria, nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1958, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y Técnico Comercial y Economista del Estado, tiene experiencia en la Administración Pública, en el ámbito docente y en el sector privado. Como alto funcionario del Estado, ha sido ministro de Industria, Energía y Turismo durante la X legislatura y ha desempeñado cargos en el Ministerio de Economía, en el área de Comercio Exterior y ha sido también profesor de Macroeconomía y Economía Internacional.

Con una carrera política de 21 años, Soria fue alcalde de la capital grancanaria, presidente del Cabildo, vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda del Gobierno canario y ministro de Rajoy.

Dolores de Cospedal, además, desvinculó ayer a Soria de los papeles de Panamá y de la corrupción, descartando que el nombramiento pueda afectar a la imagen del PP y al pacto por la regeneración firmado con Ciudadanos: "No tiene nada que ver", sentenció la secretaria general del PP.

Sin embargo, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, criticó que un presidente "en funciones" proponga "sin ningún pudor" a un ministro que dimitió por "tener dinero en paraísos fiscales" para representar a España en el Banco Mundial, y anunció que "obligarán" al PP a explicar en el Congreso esta decisión.

También el vicesecretario general de Ciudadanos (C's), José Manuel Villegas, ha exigido al Gobierno explicaciones y calificó este hecho como "algo inexplicable.

Pedro Sánchez acusó ayer a Rajoy de doble juego, ya que con una mano acusa al PSOE de su fracaso y con otra avala el nombramiento de Soria. Los grupos del PSOE y de Unidos Podemos registraron ayer una petición de comparecencia urgente del ministro de Economía, Luis de Guindos, en el Congreso. El secretario político de Podemos, Iñigo Errejón, censuró este "premio" al exministro. "Soria: de ocultar cuentas en Panamá a alto cargo del Banco Mundial", lazó Errejón.

La decisión de Economía de proponer a Soria también generó críticas en el propio PP, aunque ninguna demasiado virulenta. La vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón, dijo que siente "vergüenza ajena", en tanto que el presidente de esta comunidad, Juan Vicente Herrera, reconoció que su opinión "política" sobre Soria es "manifiestamente mejorable". "No me aprieten demasiado", pidió a los periodistas a su llegada a la sede madrileña del PP, donde ayer se reunía el comité ejecutivo nacional. La presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, se limitó a comentar que tendrán que explicar la candidatura de Soria "los que lo han nombrado". El dirigente vasco Borja Sémper dijo que no deseaba "pronunciarse sin conocimiento de causa", pero reconoció que "hay cosas" que se "pueden hacer mejor o de otra manera".