La crisis abierta en la Consejería de Sanidad va más allá de la desviación de su presupuesto. La deficitaria gestión en este área deja en el aire la continuidad de Jesús Morera al frente de este departamento. La intrahistoria oculta un nuevo desencuentro en el pacto de gobierno entre Coalición Canaria y el Partido Socialista. La situación ha llegado a un punto en que, en conversaciones informales, tanto el presidente, Fernando Clavijo, como la vicepresidenta, Patricia Hernández, han barajado cambios en Sanidad.
Hace apenas catorce meses Morera asumió la cartera de Sanidad. El PSOE decidió tomar las riendas de este departamento, en manos de los nacionalistas en la anterior legislatura. Los recortes en los últimos años han mermado la financiación de la atención sanitaria pública, coyuntura que se trató de rectificar al aumentar en 25 millones su presupuesto para este año hasta los 2.643 millones y a través de la ley de crédito extraordinario que se debatirá el lunes en el Parlamento para destinar diez millones más a Sanidad. Sin embargo, el alza de recursos no ha sido suficiente y la Consejería se ve obligada a hacer ajustes para cumplir con el objetivo de reducción del déficit. El equilibrio de las cuentas autonómicas está en juego y esto inquieta al Ejecutivo, de forma que, de persistir este descuadre desembocará posiblemente en cambios en el organigrama.
Ya en agosto hubo una reunión en la que, además de Clavijo, participaron Hernández, Morera, la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, y los gerentes de los centros hospitalarios de las Islas para analizar las causas del desvío de fondos -unos 50 millones de euros en lo que va de año y que podría alcanzar los 150 millones a finales de 2016-. Clavijo ha señalado a los gerentes como causantes de ese desfase, que deja sin margen al Gobierno para atajar por ejemplo las listas de espera.
Ante esto Hacienda ha dado un toque de atención a Sanidad, abocada a emprender recortes, sobre todo en el capítulo de personal, que acapara la mayor parte del gasto. La Consejería justifica el descuadre en la necesidad de cubrir el incremento de las sustituciones debido al aumento de las incapacidades personales, días libres asignados a los empleados públicos y la inclusión de nuevas tecnologías y fármacos de forma sobrevenida, como es el caso de los correspondientes a la hepatitis C.
No obstante, desde las filas socialistas se señalaba ayer que Clavijo ha sugerido el relevo de Morera, pero al ser éste del bando socialista, se lo ha solicitado a Hernández, para no ser él quien tome unilateralmente la decisión y crear en consecuencia un conflicto entre las dos fuerzas políticas. Si bien fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo apuntan que esto "no es cierto".
Varios cargos del PSOE añadieron que la dirigente tinerfeña pidió tiempo a Clavijo, al menos hasta que se celebre el congreso regional del PSOE en el que aspira a sustituir a José Miguel Pérez en la Secretaría General. Hernández querría así evitar a toda costa una crisis antes del cónclave, cuya fecha aún es una incógnita y dependerá de si hay terceras elecciones generales.
Cabe recordar que a mediados de julio Clavijo reclamó al PSOE una lista de cambios en el organigrama, pero Hernández se ha resistido por ahora a sustituir a altos cargos relevantes. Coincidiendo con esas fechas Morera mantuvo un rifirrafe con el presidente durante el Consejo de Gobierno en el que se debatió la ley de crédito extraordinario que se aprobará el lunes. El consejero opuso entonces abiertamente al reparto ideado por el núcleo duro del Ejecutivo de 107 millones. Durante la tensa reunión Morera tuvo que aceptar que la mitad de los fondos para Sanidad se destinen al Hospital del Sur de Tenerife.
La escena recordó a la trifulca entre su compañera de siglas y consejera de Obras Públicas, Ornella Chacón, tras sus desavenencias con Clavijo por el desequilibrio inversor en carreteras. Chacón tuvo un pie fuera del Gobierno, pero se recondujo la situación. A ello habría que sumar las discrepancias entre los socios por la ley del suelo.
De ahí que un sector del PSOE interpreta que "hay una confluencia de piedritas en el camino" y sospecha que Clavijo y CC buscan "cualquier excusa" para romper el pacto, al tiempo que temen que "Morera tiene los días contados". "La cabeza política que han pedido es la de él", indican fuentes del PSOE, que agregan que "muchos" de los gerentes de los hospitales son afines a Coalición. De hecho, plantean que "ya le están buscando sustituto o sustituta" y entre los nombres sobre la mesa figuran la exdiputada Pilar Grande o la gerente del Hospital General de La Palma, Mercedes Coello (PSOE). Por el contrario, fuentes cercanas a la Vicepresidencia garantizan que "no se va a destituir a Morera".
Con todo, dirigentes del PSOE recriminan a Hernández su mutismo y que no defienda públicamente a Morera ante los "ataques de Coalición". Entre los críticos, el edil socialista en La Laguna Javier Abreu, para quien "el PSOE no puede mantener un silencio eterno" y defendió que Morera es "un magnífico consejero que se ha encontrado un caos en Sanidad, propiciado durante muchos años por CC que pretende desmantelar poco a poco la sanidad pública en beneficio de la privada".
