Sanidad se ha convertido en un agujero negro en las arcas públicas de la Comunidad Autónoma. La factura sanitaria en Canarias no cesa y el gasto se ha disparado en un año. El descuadre en las cuentas supera lo admisible y pone en riesgo el cumplimiento del objetivo del déficit y el control del gasto exigidos por el Estado. Desde que el consejero socialista, Jesús Morera, asumió las riendas de este área en junio de 2015 se ha producido un desvío presupuestario que, paradójicamente, no tiene impacto en la reducción de las listas de espera. Todo lo contrario.
El aumento de pacientes que aguardan por una operación asciende a 32.961 personas, según los últimos datos de junio. Una cifra inédita desde que en 2003 se empezó a publicar esta información en la web de la Consejería. En el último año hay 2.377 enfermos más esperando por una intervención. Ello dista de los 20.630 usuarios en espera quirúrgica en 2009, la cifra más baja registrada.
La Sanidad en las Islas ha estado siempre en el ojo del huracán. Hace catorce meses el PSOE decidió tomar esta cartera por primera vez desde 1993, tras casi un cuarto de siglo dirigida por CC y PP.
El jueves, antes de participar en los actos festivos de la Virgen del Pino en Teror, el presidente, Fernando Clavijo (CC), lamentó que "con más dinero" se esté prestando "un servicio peor", por lo que ha convocado una segunda reunión con los gerentes de los hospitales y de Atención Primaria para definir qué está fallando y reconducir la situación. Una vez realizado el diagnóstico, Clavijo mantendrá un encuentro con sindicatos, colectivos profesionales y asociaciones de pacientes para buscar soluciones y emprender medidas en favor de un modelo eficiente y sostenible.
Contraataque
Un día después de la crítica de Clavijo, el PSOE contraatacó. El secretario de Organización, Julio Cruz, recordó al presidente que "no se puede arreglar en un año lo que no se ha hecho en 24". Pero la guerra política no quedó ahí y el portavoz socialista acusó sin ambages a su socio de gobierno de "montar un lío con Sanidad para que no se hable del caso de Las Teresitas", cuyo juicio arrancó el viernes y entre los acusados figura el exalcalde de la capital tinerfeña, Miguel Zerolo, exdirigente de la formación nacionalista. CC eludió ayer entrar al trapo y rehusó hacer declaraciones.
En su dardo, Cruz exigió a Clavijo el compromiso de aumentar un 4% anual el presupuesto de Sanidad para llegar a las partidas que existían antes de la crisis. Aparte de trasladar el respaldo del PSOE "sin fisuras" a la gestión de Morera, comentó que "el Ejecutivo sabe que la sanidad tiene 350 millones menos anuales desde que gobierna el PP" en Madrid e insistió en que, a pesar de tener "menos fondos que en 2009 se están dando más prestaciones" y se atiende a "más gente".
Ahora los datos vienen a desmentir a Cruz, ya que el exceso de gasto en Sanidad no coincide con una mejora directa del sistema y evidencia un problema de gestión. Y eso que es la Consejería que más aumentó su presupuesto para este año, 2.643 millones de euros, 25 millones más que en 2015, importe que en su día satisfizo a Morera, que dijo: "Nos hubiera gustado tener más, pero creemos que es suficiente y todas las necesidades estarán cubiertas". En su comparecencia en el Parlamento en noviembre aseguró que esa partida iría destinada a contratar más personal en Urgencias, terminar las infraestructuras iniciadas y abordar un plan para reducir las listas de espera, pero no ha sido así. Además, la ley de crédito extraordinario que se debate a partir de mañana en la Cámara regional incluye otros diez millones para Sanidad, la mitad de ellos para el nuevo Hospital del Sur de Tenerife.
Pese al incremento de ingresos, la deficitaria gestión sanitaria persiste y la desviación en su presupuesto es creciente, especialmente en el gasto en los centros del Servicio Canario de la Salud (SCS), que tenían un crédito inicial de 1.816 millones de euros para este año, por encima de lo estipulado en los últimos tres años. En cambio, si continúa el actual ritmo de desembolso superará los 1.958 millones, el mayor coste de los últimos ejercicios y que supone un desvío de 142,2 millones respecto a lo previsto.
Se da la circunstancia de que esta elevada cuantía equivale a casi los 160 millones anuales del extinto Impuesto de Tráfico de Empresas (ITE), cantidad que el Estado va a dejar de cobrar a Canarias en los próximos diez años para compensar la insuficiente financiación autonómica y que ha originado discrepancias para su reparto.
¿A qué obedece este desfase en Sanidad? Los números no cuadran en esta Consejería, donde el dinero va fundamentalmente al capítulo 1 de personal, no sólo los salarios de los cerca de 22.450 empleados públicos en este sector, sino también de altos cargos del Ejecutivo. Además de una parte para el capítulo 2 de gastos en bienes corrientes y de servicios, es decir, todo tipo de material sanitario y fármacos.
Los sindicatos, por su parte, denuncian el déficit de fondos acumulado, que se traduce en una disminución de la plantilla, y temen que se sigan produciendo recortes.
La crisis sanitaria centrará buena parte de la sesión plenaria del Parlamento, donde el consejero, Jesús Morera, comparecerá para explicar las acciones para reducir las listas de espera y mejorar los servicios de urgencias hospitalarios.
