La inmigración irregular prácticamente se triplicó en Canarias en 2015 al pasar de 294 personas que entraron en el Archipiélago a bordo de cayucos y pateras el año pasado, a un total de 875, según el balance de inmigración irregular difundido ayer por el Ministerio del Interior. No obstante, la cantidad sigue estando muy por debajo de la que se registraba hace una década, con cifras de hasta cinco dígitos.

"Hay que señalar que este aumento no altera la tenden-cia decreciente que se viene manteniendo año tras año en la lucha contra la inmigración irregular en Canarias desde 2001", subraya el Ministerio del Interior.

La verdadera presión migratoria en España se produce ahora sobre las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla, donde aumentó un 55,3% en 2015 hasta alcanzar las 11.624, especialmente por la mayor afluencia de refugiados sirios. En concreto, el año pasado entraron irregularmente a las dos ciudades autónomas un total de 11.624 personas, de las que 7.189 eran potenciales refugiados de nacionalidad siria y 4.435 de otras nacionalidades. Un año antes, entraron en total 7.485 personas de forma irregular y de ellas, eran 3.305 las de nacionalidad siria.

En cuanto a las llegadas irregulares por vía marítima, también experimentaron un aumento el año pasado, cuando subieron un 16,7%, especialmente en la ruta de Canarias. En todo 2015, alcanzaron las costas españolas de forma irregular 5.312 personas, 760 más que un año antes, cuando sumaron 4.552. A la Península y Baleares, llegaron el año pa-sado 4.437 personas en embarcaciones irregulares, un 4,3% más que en 2014, cuando fueron 4.256.

Interior recuerda, no obstante, que el número de llegadas irregulares a España en embarcaciones es significativamente inferior a las 157.220 registradas en el Mediterráneo central, las 880.820 en el Mediterráneo oriental, y las 763.958 en la ruta de los Balcanes que contabilizó la Agencia Europea Frontex.

Por otra parte, el departamento que dirige Jorge Fernández Díaz indica que en 2015 se ejecutaron 20.091 repatriaciones de inmigrantes en situación irregular, un 4,3% menos que en el año precedente.