El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, suma un apoyo más a su propuesta de llevar a cabo una cumbre autonómica para tratar de establecer una estrategia común ante la parálisis del Estado en su relación con las comunidades autónomas, y en especial en lo relativo a la "apremiante" necesidad de contar con los datos necesarios para elaborar los presupuestos regionales del próximo año. Tras una entrevista en Toledo, Clavijo cuenta desde ayer con la complicidad y el apoyo del presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, para configurar un frente común autonómico.
Con todo, la idea que transmitieron ambos mandatarios es que primero debe ser el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, quien convoque de forma urgente la Conferencia de Presidentes en el Senado a fin de abordar estas cuestiones, y sólo tras la negativa del líder del PP a hacerlo sería cuando tomaría cuerpo la propuesta de Clavijo de llevar a cabo esa cumbre autonómica alternativa. El presidente canario asume así la idea que le han transmitido algunos de sus interlocutores de dar primero la oportunidad a Rajoy de tome él la iniciativa, pero con la determinación de organizar un encuentro de presidentes sin la participación del jefe del Ejecutivo central si éste mantiene su inacción.
Clavijo afirmó ayer que tanto García-Page como la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, con quien habló por teléfono el martes, le han mostrado su "pleno apoyo" a la iniciativa, aunque desde ambas comunidades socialistas se han inclinado inicialmente por reclamar primero la Conferencia de Presidentes ya constituida formal e institucionalmente en la Cámara Alta y que lleva sin celebrarse desde octubre del 2012, única vez que ha tenido lugar durante la etapa del actual Ejecutivo del PP. Clavijo sostiene que su propuesta es para una "reunión de carácter político" para que las autonomías puedan abordar la situación actual y establecer "una estrategia común", sin menoscabo del foro ya institucionalizado.
El presidente canario está llevando a cabo con determinación esta iniciativa y además de los apoyos explícitos de Andalucía, Castilla-La Mancha y Baleares, ya tiene cerradas otras dos reuniones con otros tantos dirigentes autonómicos: el día 21 de septiembre con el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el 5 de octubre con la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes.
En el encuentro de ayer en Toledo, ambos mandatarios coincidieron en que la actual situación política no puede ser una excusa para la parálisis del Gobierno central, y rechazaron que las autonomías se conviertan en "rehenes" de ninguna estrategia de partidos. García-Page dijo que el Ejecutivo del PP "no puede ampararse en que está en funciones para una cosas", pero luego crear problemas en otras. El gasto social, que gestionan en un 73 % las autonomías, "no puede ser moneda de cambio" en las negociaciones para una investidura, subrayó.
El también líder socialista de Castilla-La Mancha adelantó que las comunidades no aceptarán "que de la noche a la mañana se les diga desde el Estado que cambia el objetivo de déficit autonómico porque no quieren tramitar parlamentariamente el objetivo acordado en el Consejo de Política Fiscal".
Fernando Clavijo, por su lado, explicó que esa misma mañana, apenas dos horas antes, había trasladado al ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, una propuesta para modificar la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Financiera, a fin de que permitiera fijar a un Gobierno en funciones, con el aval de las Cortes Generales, aprobar el techo de gasto y dar así vía libre a la elaboración de los prespuestos autonómicos de 2017.
