El inminente cierre del presupuesto autonómico al que se enfrenta Canarias no supondrá recortes pero sí aplazar gastos hasta el próximo año si dejan de venir partidas desde el Gobierno central. La incertidumbre política y jurídica estatal y las posibles desviaciones presupuestarias en las que puede verse inmersa la Comunidad Autónoma han llevado a la decisión del cierre anticipado de las cuentas. Un ejemplo es la polémica generada en torno al exceso de gasto en Sanidad y las discrepancias internas que han surgido en el seno del Ejecutivo y que Hacienda quiere zanjar con el control absoluto del presupuesto para evitar más desequilibrios hasta final de año.
La consejera de Hacienda, Rosa Dávila, garantiza que el objetivo de este acto contable no supone que haya ajustes sino, al contrario, evitar que los servicios públicos sufran las consecuencias de la inestabilidad y el cierre presupuestario del Estado. "Ante posibles situaciones imprevistas tenemos que estar preparados", advierte la titular de las arcas autonómicas.
Dávila afirma que en el supuesto caso de que el Gobierno central no pueda liberar fondos por cualquier motivo, la Comunidad Autónoma tendría que hacerse cargo de las facturas. Un escenario de este tipo va en detrimento de partidas y gastos contemplados en el presupuesto, que quedarían "aparcados" hasta el próximo año. En este caso se verían afectados gastos que no se hayan comprometido y capítulos del presupuesto que no afecten directamente a los servicios públicos.
Control directo
La Consejería de Hacienda toma el control directo de las cuentas en el último trimestre del año y cualquier previsión de gasto de los diferentes departamentos de la Comunidad Autónoma tendrá que pasar por la fiscalización de Dávila y su equipo. Por "prudencia" y "responsabilidad", no se cansa de repetir la dirigente nacionalista para justificar una decisión que ya la oposición ha alertado que puede suponer recortes y que ella niega.
El Gobierno regional tiene capacidad para hacer frente a los "imprevistos" que puedan llegar de Madrid a pesar de que el ministro Cristóbal Montoro haya garantizados que partidas multimillonarias como las de carreteras (94 millones) o empleo (111 millones) se van a transferir en su totalidad, una vez pasen por la autorización del Consejo de Ministros. Según Dávila, "los ingresos tributarios van muy bien y creemos que somos capaces de absorber las desviaciones presupuestarias que puedan existir. En la medida en que el Consejo de Ministros vaya aprobando las partidas nosotros podremos hacer proyecciones de los ingresos y los gastos hasta final de año para garantizar la estabilidad financiera de la Comunidad Autónoma".
El Ejecutivo que preside Fernando Clavijo se está dando prisa, tras la reunión en Madrid con Montoro y su equipo, para certificar las obras del convenio de carreteras a fin de que no se demore la transferencia de los fondos a las arcas autonómicas y evitar unos impagos que dejarían a la Tesorería de la Comunidad Autónoma en una situación muy complicada. Ante esta tesitura, el Ejecutivo autonómico ha optado por prevenir situaciones que pongan en jaque a la hacienda canaria: "Queremos ser prudentes porque es más importante garantizar los servicios públicos. Una contratación determinada se puede postergar para el próximo año, por eso si vienen menos ingresos debemos tener la capacidad de elegir entre lo que es prioritario y lo que no lo es".
Rosa Dávila recuerda que varias comunidades autónomas ya han decidido cerrar su presupuesto y otras lo harán en próximas fechas. Sin embargo, el escenario de estas regiones no es como el de Canarias ya que el objetivo de aquellas es el de acelerar el cumplimiento del déficit a través de congelaciones de gasto y recortes, situación a la que no se enfrenta Canarias.
