Marruecos avisa de que Canarias se ha convertido en una de las vías de entrada de combatientes yihadistas que regresan a Europa tras luchar en las guerras de Irak, Libia y Siria. La amenaza terrorista mantiene en guardia a la comunidad internacional, especialmente tras los atentados en Francia y Bélgica. El temor crece ante el retorno de occidentales a sus hogares después de unirse al Estado Islámico.
El Centro Internacional de La Haya para el Contraterrorismo señala, en uno de sus informes, que entre los años 2014 y 2015 tanto Irak como Siria acogieron a unos 30.000 combatientes procedentes de 104 países y se calcula que unos 4.000 salieron de Europa, en su mayoría de Bélgica, Francia, Alemania y Reino Unido. Un 30% ha vuelto a casa. Asimismo, este organismo observa que el número de mujeres occidentales jóvenes que viajan al extranjero para sumarse a las filas del ISIS sigue en aumento.
Este escenario preocupa al Parlamento Europeo, que recomienda a los estados miembros estar en alerta debido al regreso de personas al continente procedentes de focos de conflicto. La lucha contra el terrorismo, el radicalismo y la inmigración figuran entre las prioridades de la Unión Europea, que plantea a los países fortalecer el control en las fronteras. De hecho, España se encuentra desde junio del pasado año en el nivel 4 de alerta antiterrorista dentro de una escala de cinco, un nivel de riesgo alto y que conlleva mayor presencia policial en las calles y en infraestructuras críticas como puertos, aeropuertos y centros comerciales.
Los combatientes captados por el grupo terrorista Daesh buscan diferentes vías de acceso para volver a su tierra natal en suelo europeo, entre ellas la zona del Estrecho de Gibraltar y también Canarias se erige como otro punto de entrada, según expresó el ministro de Interior de Marruecos, Mohamed Hassad, en una reciente visita a Bruselas.
Durante su estancia en el corazón administrativo de Europa se reunió con el comisario europeo de Asuntos Interiores y Migración, Dimitris Avramopoulos, con quien acordó intensificar la cooperación entre el reino alauí y la UE en la lucha contra el terrorismo. El encuentro sirvió para abordar la próxima firma de un acuerdo de colaboración en materia de seguridad con Europol. Por su parte, el comisario europeo destacó que Marruecos constituye un socio importante para Europa en un contexto marcado por el recrudecimiento del terrorismo y el incremento del extremismo.
En su agenda, Hassad también intervino en una conferencia organizada bajo el título ''Reforzar la seguridad y la estabilidad en el Mediterráneo: el papel de Marruecos'', en la que también participaron varios eurodiputados. El ministro marroquí estuvo acompañado por los máximos responsables de seguridad de su departamento, junto con el embajador de Marruecos en la UE, Menouar Alem.
Células
En su ponencia, Hassad explicó que el enfoque marroquí en materia de la lucha antiterrorista está fundado en tres ejes: la anticipación, el liderazgo del campo religioso y la lucha contra todas las formas de exclusión. A este respecto, recordó el desmantelamiento de docenas de células terroristas por parte de los servicios de seguridad marroquíes, y los "considerables esfuerzos" de Marruecos para establecer centros de desarrollo en las regiones económicamente más desfavorecidas y combatir la marginación.
Insistió en que la cooperación internacional resulta clave contra el terrorismo e hizo hincapié en que "ningún país por sí solo puede luchar esta batalla con éxito". En este punto, subrayó la cooperación que mantiene Marruecos con todos los países europeos, especialmente aquellos más cercanos geográficamente como España.
De igual modo, resaltó los "esfuerzos" de Marruecos en la gestión de los flujos migratorios y su decisión de regularizar a miles de inmigrantes ilegales en la nueva política de migración desde 2013.
Los últimos informes de la lucha antiterrorista alertan del peligro creciente de los llamados retornados. De hecho, Marruecos ha comunicado al Gobierno español el aumento de yihadistas que han regresado al país magrebí, muchos de ellos con la intención de entrar en territorio español y en Europa para continuar su lucha.
Los servicios secretos holandeses han indicado que "decenas" de personas dispuestas a perpetrar un atentado han sido enviadas por el Estado Islámico a Europa, aprovechando las mismas rutas de los refugiados que huyen de los conflictos bélicos. Ello coincide con un estudio de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales de la Policía Nacional acerca de que militantes europeos del Estado Islámico usan los itinerarios creados por las mafias de tráfico de personas para entrar otra vez en sus países de origen.
El pasado febrero la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores (Frontex) situó a Canarias como uno de los nuevos destinos de los refugiados para huir de la barbarie. El subdirector de este órgano, Berndt Körnerx, reveló "desvíos" por todas partes y que hay rutas que van por la frontera entre Rusia y Finlandia hacia Noruega, desde Ucrania hacia Polonia y movimientos de personas que se desplazan hacia Canarias.
Entretanto, el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) ubicado en la provincia de Las Palmas, evidencia fallos graves de seguridad. En los últimos meses han arribado pateras y zódiacs a las Islas sin ser detectadas por este dispositivo. La última embarcación llegó el 8 de septiembre a la playa de Famara, en Lanzarote, y cuando se descubrió en la orilla sus ocupantes ya se habían dado a la fuga. Se desconoce si la barca se empleó para inmigración irregular o para el narcotráfico.
El propio Centro Coordinador de Salvamento de Canarias admitió hace dos semanas el alza de las misiones en el ámbito migratorio con la búsqueda de embarcaciones clandestinas que parten sobre todo de Marruecos. Fuentes de las ONG y de los cuerpos de seguridad del Estado atestiguan una reactivación de la ruta atlántica a raíz de las contiendas en África y Oriente Medio.
Con todo, ya el exportavoz de Exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, avisó en 2010, en plena crisis de los cayucos, que Canarias "es lugar de paso" del terrorismo, por lo que aconsejó "no bajar la guardia" aunque aseguró que "tampoco hay que obsesionarse". "Mas que como objetivo, el Archipiélago es puerta de entrada", afirmó hace seis años. En aquel entonces consideró que los temores sobre la crisis del Magreb y del Sahel son "muy fundados", por lo que advirtió de que "ignorarlos sería extraordinariamente irresponsable".
