El consejero de Economía e Industria del Gobierno de Canarias, Pedro Ortega, ha vuelto a advertir este lunes al equipo de gobierno del Cabildo de Gran Canaria de las consecuencias que puede tener para su desarrollo su decisión de no contar con un planta regasificadora en la isla.

Ortega ha anunciado que antes de final de año comenzará a construirse la otra planta regasificadora que estaba prevista en la comunidad autónoma, la de Granadilla de Abona, en Tenerife, dentro de los planes para ir sustituyendo la producción de electricidad con fuel o gasóleo por otras fuentes más baratas y menos contaminantes, que complementen a las renovables.

En esa línea, ha explicado los esfuerzos que ha realizado el Ejecutivo para desbloquear el desarrollo de los parques eólicos y ha anticipado que, en breve, contarán con las conclusiones de un estudio sobre el potencial de la energía geotérmica.

Sin embargo, preguntado por la oposición del equipo de gobierno que preside Antonio Morales (NC) en el Cabildo de Gran Canaria a que se construya una regasificadora en la isla, ha dicho que la respeta, pero también ha valorado sus posibles consecuencias.

"Si yo fuera un empresario interesado en invertir en Canarias y tengo condiciones, suelo... pero en una isla dispongo de energía más barata que en otra, pues obviamente invertiré en ella", ha alegado.