Toda la oposición apuntó ayer de forma directa y personal al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, como auténtico impulsor del nombramiento de José Manuel Soria, exministro de Industria, Energía y Turismo, para el puesto de director ejecutivo en el Banco Mundial pese a tratarse de un dirigente político que tuvo que dimitir del cargo por ocultar su participación en empresas ubicadas en paraísos fiscales y mentir en sus explicaciones públicas. El nuevo caso Soria logró ayer poner de acuerdo al conjunto de las formaciones políticas representadas en el Congreso, salvo obviamente el PP y sus dos partidos aliados, UPN y Foro de Asturias, en considerar que tanto Rajoy como el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, habían mentido también al negar que ellos intervinieran o tuvieran algo que ver con el nombramiento.
El debate se zanjó en apenas 25 minutos al negarse el Ejecutivo a comparecer para explicar la designación considerando que no está sujeto al control del Congreso por encontrarse en funciones y porque, además, el propio De Guindos ya dio las "explicaciones oportunas" en la Comisión de Economía el pasado día 13. El Gobierno remitió un escrito a la Cámara dando cuenta de su posición e insistiendo así en el conflicto de atribuciones que varios grupos parlamentarios ha interpuesto ante el Tribunal Constitucional por la negativa del comparecer. Todos los grupos de la oposición reprocharon esta actitud del Ejecutivo de Rajoy y clamaron contra la "burla", "agresión democrática" o "anomalía democrática", según distintas intervenciones, que supone este nuevo plante al Parlamento por parte de un "Gobierno fantasma" que se niega a dar explicaciones.
Ante la incomparecencia del ministro, los grupos se limitaron a exponer sus posiciones, coincidiendo en considerar todos los de la oposición que el nombramiento de Soria para el BM fue "a dedo" por parte de Rajoy y del ministro De Guindos, y que ambos mintieron cuando inicialmente dijeron que se trataba de un procedimiento "administrativo" reglado en el que el que el exministro logró la mejor puntuación.
La socialista Meritxell Batet dijo que el "no debate" de ayer "demuestra una determinada concepción del poder y la política" que según ella tiene el PP, y aseguró que De Guindos no acudió a la sesión, la primera de la legislatura, "porque no hay manera de defender" el nombramiento de Soria, ni "las mentiras que se dijeron para justificarlo".
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, puso el énfasis en los argumentos que utilizaron tanto Rajoy como De Guindos para explicar el nombramiento al señalar que "Soria era la persona idónea" cuando luego se demostró que sólo había ejercido cinco años como técnico comercial del ministerio de Economía y que no se había producido ninguna convocatoria de concurso para el puesto en el BM. Iglesias aseguró dirigirse a un "Gobierno fantasma o ausente" que no acude a dar explicaciones al pleno tras sí hacerlo previamente en comisión "porque no es lo mismo mentir a 35 personas que a 350".
El portavoz del PNV, Pedro Aizpiazu, sostuvo que "Soria está políticamente inhabilitado" y que su candidatura al BM fue "una metedura de pata" consecuencia de una "ceguera política" del propio Rajoy como responsable principal de la operación.
Ana Oramas, de CC, fue muy dura con el Gobierno y con su incomparecencia, y dijo que "el nombramiento político del señor Soria fue un tema indigno, improcedente e inadecuado" porque tenía "responsabilidades políticas. Por su lado, Pedro Quevedo, de NC, señaló que "un Gobierno que se encuentra en funciones necesita ser controlado más que ningún otro, pero se niega a una comparecencia" y dijo que "no es posible apoyar a un Gobierno que no se somete a los elementales dictados democráticos".
Por su parte el portavoz del PP, José Antonio Bermúdez, defendió que el ministro ya dio explicaciones "con profusión" de lo que llamó "un nombramiento que no se había producido" ya que Soria renunció por el revuelo político que creó su designación y a petición del Gobierno y fue sustituido para el cargo por Fernando Jiménez Latorre.
