¿Por qué urge reformar la Constitución?
Porque han pasado casi 40 años. La España de hoy no es la de 1977 porque ese año no teníamos ninguna experiencia en descentralización. Han pasado cuatro décadas y hemos tenido muchos conflictos, la Constitución está obsoleta en materia territorial y hay que ponerla al día, alcanzar nuevos acuerdos y también por legitimidad democrática. Hay un problema muy grave en Cataluña y hay que ofrecer una salida que nos integre a todos.
¿Qué puntos hay que cambiar en la Carta Magna?
Clarificar las competencias para que no sea un tema tan conflictivo y no haya tantos recursos ante el Tribunal Constitucional, porque es el caldo de cultivo de conflictos políticos. Además, hay que mejorar las técnicas de participación, como la conferencia de presidentes y las conferencias sectoriales y un Senado que sea realmente territorial.
¿Cómo se puede solventar el desafío soberanista de Cataluña a través de la Constitución?
La Constitución no puede hacer maravillas, pero muchos creemos que un nuevo pacto constitucional, lograría una gran integración y un porcentaje importante de los que están en posiciones independentistas, si se hiciera una reforma de la casa común, tendrían cabida. De la misma manera es importante proteger la diferencialidad. Canarias tiene una diferencialidad por su insularidad y como región ultraperiférica, el País Vasco con el concierto económico y Cataluña con la lengua y otras cosas. Hay que reformar el título octavo para contemplar las especificidades, los acomodos diferenciales de regiones, comunidades autónomas o nacionalidades con peculiaridades.
¿Es partidario de blindar el REF canario en la Constitución?
Está ya en la disposición adicional tercera, pero se puede discutir si hay que hacer ajuste y añadir algo.
¿Y contemplar la consideración de Canarias como región ultraperiférica?
Parece posible que eso se pueda incluir. En todo caso, si está en el Derecho de la Unión Europea es como si estuviera en la Constitución.
¿Está desfasado el Estado de las Autonomías?
Se ha quedado viejo porque las constituciones hay que reformarlas de tiempo en tiempo. Ha llovido mucho desde 1977 hasta ahora. Ha sido un gran éxito y ha funcionado muy bien. Los más viejos nunca pensamos que íbamos a tener un nivel de descentralización como cualquier estado federal. España en nivel de gasto y de competencias está al nivel de Alemania, Australia y de Suiza, pero ahora hay que resolver los problemas y generar una nueva asociación, una nueva integración común.
En un escenario de inestabilidad política se antoja difícil que se revise la Constitución.
Ahora mismo no es el momento, pero las dinámicas políticas cambian. Las reformas constitucionales no se pueden hacer con prisa. Se hacen desde el gobierno y, si un gobierno no impulsa esto, seguiremos bloqueados, pero la situación en Cataluña es urgente, no se va a arreglar sin hacer nada, no se puede mirar hacia otro lado. Las soluciones se logran hablando, deteniendo el reloj.
