El presidente del Consejo Rector de Radiotelevisión Canaria, Santiago Negrín, aseguró ayer que la convocatoria que el ente público ha realizado para que las productoras presenten sus propuestas para la programación de la Televisión Canaria es un ejercicio de transparencia, y subrayó que "no hay nada amañado".

Negrín, que compareció en comisión parlamentaria a instancias del grupo Podemos, indicó que los cinco millones de euros que la RTVC ha recibido del crédito extraordinario aprobado por el Gobierno de Canarias este mismo mes permite desbloquear la situación "límite" en la que se encontraba el medio, que lleva un año sin producir. "Nos íbamos a negro" dijo el presidente del ente, quién recordó que el presupuesto de la RTVC se ha recortado en cuatro millones de euros, situación a la que se le sumaba una caída de los ingresos publicitarios de un millón de euros.

"Ahora hay que desbloquear la situación lo antes posible porque vamos a contrarreloj", agregó Negrín, quién subrayó por primera vez, es el ente público es el que pide a las productoras qué es lo que necesita para su programación y son las empresas las que presentan sus propuestas.

"Nunca ha habido un proceso tan transparente y que no quepa la menor duda de que el dinero va a las productores grandes y pequeñas" aseveró.

Coincidió con algunos portavoces parlamentarios en que el plazo de diez días dado a las productoras para presentar sus proyectos es corto pero indicó que llevan un año sin programar y los plazos en televisión para la puesta en marcha de los programas requieren un tiempo que se no se puede alargar más.

"Empezamos ya o el sector no sobrevive", reiteró.

Negrín explicó que será un grupo de trabajo formado por personal de la televisión el que analizará los proyectos y "yo aceptaré las propuestas que me hagan", aseguró. "Me llamo Santiago Negrín y la honestidad y el rigor están en mi adn genético" dijo el presidente del ente tras señalar que no quería comparar su gestión con la de etapas anteriores.

Al respecto anunció la puesta en marcha del registro oficial de producciones. Un instrumento que evaluará las producciones "y se acabó tocar en la puerta".