Un informe de la Guardia Civil concluye que la grabación del empresario Miguel Ángel Ramírez de una conversación suya con el juez Salvador Alba está formada "por once tramos editados" en el caso del primer archivo aportado, y tres en el segundo archivo.

La Benemérita considera más probable la "hipótesis de no autenticidad" del audio, y señala que "la grabación no pudo realizarse" en la forma en que había explicado Ramírez.

Del contenido de la grabación podría desprenderse que el juez orientó a Ramírez sobre lo que tenía que declarar en una causa por fraude fiscal en la que estaba imputado, con el fin de perjudicar a la magistrada Victoria Rosell a cambio de supuestos beneficios procesales para él.