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Interior amplía la cobertura de sus radares para frenar la llegada de pateras

El Estado destina al SIVE seis millones hasta 2017 para evitar la inmigración irregular y el tráfico de drogas

Patera abandonada sin detectar por el SIVE en el norte de Lanzarote. LP / DLP

Las zonas de sombra existentes en varios puntos del litoral de las Islas siguen haciendo vulnerables a las costas canarias ante la llegada de embarcaciones ilegales, tanto con inmigrantes como con drogas. El Servicio Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) carece de los medios técnicos necesarios para detectar el tráfico marítimo clandestino que rodea el Archipiélago y por eso hay destinados seis millones de euros para mejorarlo, si bien todavía no se han invertido a pesar de que hace casi un año que se anunció esta partida por la Delegación del Gobierno en Canarias.

El actual delegado, Enrique Hernández Bento, estima que en el primer semestre del próximo año estarán finalizadas las mejoras y ampliaciones que se pretenden realizar para reforzar la vigilancia de las costas isleñas. Los seis millones de euros previstos proceden de fondos del Frontex, la agencia europea para el control de las fronteras exteriores de la UE. Por ello, Hernández Bento considera que esta partida no está sujeta al cierre de los presupuestos del Estado de 2016, ante las suspicacias existentes entre las asociaciones de guardias civiles sobre el futuro de esta inversión.

"La Secretaría de Estado de Seguridad mantiene el objetivo de empezar los trabajos este año y se está terminando el acopio del material necesario para iniciar las infraestructuras, con la intención de finalizarlas en el primer semestre de 2017", apunta el representante del Gobierno central en las Islas, que tiene la esperanza de que se cumplan los plazos previstos.

En la actualidad están operativas 13 estaciones del SIVE y con la inversión que se va a realizar se pretende construir siete estaciones más, lo que elevaría a 20 los radares instalados en las islas de Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife. Además, también se van a introducir mejoras técnicas para solventar las zonas de sombra a las que no llega la señal del sistema para detectar a las embarcaciones cuando se acercan a 12 millas de la costa. El delegado del Gobierno estima que con estas innovaciones tecnológicas se podrá cubrir todo el perímetro de las Islas.

Además de detectar pateras con inmigrantes o con drogas, también se trata de abarcar todo el espectro costero de las Islas ante el riesgo denunciado en varias ocasiones de que se acerquen a las Islas embarcaciones nodrizas clandestinas o con posibles terroristas.

Sin embargo, esta ampliación del SIVE y las mejoras técnicas no estarán acompañadas aún por más personal. El control de este sistema de vigilancia está en manos de la Guardia Civil y el propio Hernández Bento reconoce que no se cuenta con los recursos humanos suficientes, debido a las restricciones de las ofertas de empleo público que ha habido en los últimos años. La tasa de reposición del 10% impuesta por los recortes de la pasada legislatura impidió que se cubrieran en su totalidad las bajas anuales en la plantilla de la Benemérita, lo que supone un lastre para el cuerpo. "Me he sentado con las asociaciones de guardias civiles y les he explicado la situación, han sido varios años de restricciones pero con la subida de la tasa de reposición al 100% esperamos ir cubriendo las necesidades de personal", añade Hernández Bento.

Desconfianza

Pero las dos principales asociaciones que representan a los guardias civiles desconfían del anuncio del delegado del Gobierno y cuestionan que se quieran ampliar los medios tecnológicos sin cubrir las carencias de personal que lastran este servicio desde su inicio. La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) recuerda que hace un año la anterior delegada del Gobierno, María del Carmen Hernández Bento, anunció la partida de seis millones de euros y casi doce meses después esta inversión aún no se ha producido.

Este colectivo reitera su denuncia sobre la escasez de personal tanto en los operadores que controlan el SIVE, como en el resto de los servicios vinculados a la problemática de la inmigración irregular y el tráfico de drogas. En su opinión "sin el factor humano tan necesario, sin los efectivos formados, sin unas plantillas de guardias civiles con la suficiente holgura para cubrir todos los servicios el dinero no sirve para nada".

Además de no cubrirse las numerosas vacantes existentes, los agentes que vigilan el SIVE también cubren otro tipo de servicios, por lo que no hay una plantilla estable destinada a controlar este sistema de vigilancia. La vulnerabilidad de las costas isleñas hace incluso más necesario que se refuerce el personal para detectar cualquier entrada ilegal de embarcaciones en aquellas zonas que no detecta el sistema.

Por su parte, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) afirma que hay sobre el medio centenar de agentes en el SIVE pero sin dedicación exclusiva y estima que Canarias ha perdido hasta un 30% de la plantilla de guardias civiles, como consecuencia de la falta de convocatorias para cubrir vacantes de los últimos años.

La AUGC revela que una de las intenciones de la inversión en el SIVE, además de ampliar el número de estaciones, es centralizar el servicio de vigilancia en el centro de coordinación regional del Frontex en Canarias, situado en la capital grancanaria, para optimizar su operatividad.

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