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Crisis en el acuerdo de gobierno

CC hará cesiones en la ley del suelo y el gasto social para renegociar el pacto

Los socios trabajan en desactivar más censuras o rupturas en los acuerdos municipales

La vicepresidenta Patricia Hernández interviene ayer en el pleno del Parlamento. Detrás, Carolina Darias. EFE

Los negociadores de Coalición Canaria y el Partido Socialista han intensificado sus contactos en las últimas horas para llegar a la mesa del pacto regional con las bases de un acuerdo que permita cerrar las heridas abiertas en las últimas semanas de disputas entre los dos socios. Los nacionalistas están dispuestos a realizar concesiones en la ley del suelo, a través de las enmiendas que se pacten en el Parlamento, y a incrementar los fondos destinados a sanidad y políticas sociales con el incremento del déficit del 0,1% actual al 0,4%, lo que permitiría inyectar a los presupuestos autonómicos de 2017 cerca de 130 millones de euros más.

El pleno parlamentario del lunes y martes ha servido para acelerar los contactos previos al citarse en la Cámara varios de los dirigentes que forman parte de las conversaciones. El propio presidente Fernando Clavijo y la vicepresidenta Patricia Hernández también participaron en los mismos junto a los portavoces parlamentarios de CC, José Miguel Ruano, y del PSOE, Iñaki Lavandera.

Fuentes nacionalistas se muestran optimistas sobre los avances que se están produciendo. En relación con la ley del suelo, Coalición Canaria está dispuesta a ceder en cuestiones que para el PSOE son esenciales, entre ellas que la evaluación ambiental estratégica de los planes generales la realice el órgano regional que contempla el proyecto de ley y que sustituirá a la actual Cotmac. Asimismo, se introducirán más limitaciones a los usos en el suelo rústico. Donde aún existen dificultades es en las Directrices de Ordenación del Territorio, que el proyecto de ley deroga pero que los socialistas creen que deben mantenerse, aunque sea en algunas de sus determinaciones.

Aumento del déficit

Las próximas dos semanas serán cruciales para conocer cómo va a quedar el presupuesto autonómico de 2017. El escenario en el que trabaja Hacienda es el más austero posible, lo que supone un crecimiento cero o mínimo ya que el límite de déficit es el 0,1%. Si el Congreso aprueba la próxima semana la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, el Gobierno central podría aprobar el incremento del déficit y del techo de gasto aunque esté en funciones, lo que supondría un balón de oxígeno para las comunidades autónomas. En el caso de Canarias este incremento inyectaría hasta 130 millones de euros más a las arcas autonómicas y, por lo tanto, satisfacer las demandas de más fondos para las políticas sociales y sanitarias.

El documento que preparan los negociadores de ambas formaciones para llevarlo a la mesa del pacto mantiene los acuerdos en los ayuntamientos, pese a las dificultades que existen desde el primer día de la actual legislatura. Ambas formaciones están dispuestas a comprometerse en facilitar la gobernabilidad en aquellos ayuntamientos que están en minoría sin presentar mociones de censura y negociando nuevas mayorías.

Sin embargo, los problemas no están en el Consejo de Gobierno, tal y como señaló Clavijo en el Parlamento el lunes, sino en el seno de los dos partidos. En el PSOE la ebullición interna aumenta a medida que pasan los días y los críticos ven cómo se reconducen las relaciones entre los socios, sobre todo en Tenerife, ya que hay sectores del partido en la isla que no están dispuestos a seguir tragando las posibles concesiones que realice la dirección regional. Fuentes socialistas esperan que se mantenga la convocatoria del Comité Regional, que algunos ponen en duda.

Coalición Canaria tiene aún que limar varias asperezas. La dirección nacional tendrá que hilar fino con la organización en Tenerife para evitar nuevas desestabilizaciones en los ayuntamientos y despejar las dudas de los dirigentes nacionalistas de Fuerteventura, que no quieren ni oir hablar de un posible pacto con el PP. El diputado Mario Cabrera lo ha vuelto a dejar claro: no hay motivos para romper el pacto con el PSOE, que sigue siendo positivo, y rechaza cualquier posibilidad de un acuerdo con el PP.

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