El empresario Miguel Ángel Ramírez ha asegurado este miércoles que contó al juez Salvador Alba hechos "figurados" Salvador Alba, adaptándose a lo que creía que "quería escuchar", durante la reunión extraoficial que mantuvo con él, porque se sentía "amedrentado" y temía por el futuro de su grupo.

"Todas las situaciones y personas que menciono durante la conversación obedecen a un relato espontáneo y figurado, condicionado por lo que el juez me estaba manifestando en una situación de la que yo era víctima y en la que me sentía amedrentado por él", asegura Ramírez, en un comunicado.

El empresario grancanario, propietario del grupo Ralons y presidente de la UD Las Palmas, subraya que hay que tener en cuenta el contexto en el que se produjo esa reunión suya con el juez Salvador Alba, después de que este le hubiera impuesto una fianza de 35 millones de euros -"la mayor de la historia judicial de Canarias"-, que, de hacerse efectiva, ponía "en riesgo" su futuro empresarial y el de sus "7.000 trabajadores".

De esta manera, el empresario Miguel Ángel Ramírez da a entender que lo que contó al magistrado Salvador Alba sobre que había pedido al presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, que intercediera en su causa por presunto fraude fiscal no era cierto. De esta conversación con Alba queda constancia en el audio que rescató la Guardia Civil de la grabadora del propio empresario.

Por su parte, José Ramón Navarro ha negado que esa reunión se produjera.

En la grabación de la reunión que el presidente del Grupo Ralons y de la UD Las Palmas mantuvo el pasado mes de marzo con Alba, se escucha también a Ramírez hablar de un supuesto amaño para que la querella de la Fiscalía que dio origen a su causa correspondiera al juzgado de la magistrada Victoria Rosell, pareja de un periodista con el que había tenido relaciones empresariales, Carlos Sosa, información que detalla este miércoles "La Provincia".

Ese amaño incluía, apunta el periódico, la filtración de la querella a Carlos Sosa y la publicación de la noticia por un tercer periodista, así como la implicación de "la segunda de Vicky Rosell", en alusión a la diputada de Podemos Meri Pita, entonces funcionaria de lo Penal.

Rosell "tenía que haber archivado la causa antes de irse ¿y qué hizo? Pasó del rollo", según contó Ramírez al juez.

Carlos Sosa, según manifestó Ramírez al juez, supuestamente le tranquilizó con frases del tipo "no te preocupes, no tiene mal rollo contigo", pero, al ver que no se archivaba la causa, el empresario pidió ayuda a José Ramón Navarro, expresidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, con el que comió para ello en Madrid.

La grabación rescatada por la Guardia Civil también recoge que Alba, que había sustituido a Rosell como instructor de esa causa, le dijo a Ramírez: "A favor de ti me han hablado 200 millones de personas".

El empresario en su conversación también alude a José Manuel Soria y a sus relaciones con Carlos Sosa, al que el exministro ha demandado varias veces: "Me hice amigo de él (Carlos Sosa) para tenerlo todo controlado y luego se lo contaba todo a José Manuel".

La grabación incluye una conversación de Ramírez con el presidente de la Audiencia de Las Palmas, Emilio Moya, con el que se reunió a solas el mismo día que con Alba y conversó sobre su causa por fraude fiscal y sobre la tramitación del indulto que ha pedido respecto a su condena por delito urbanístico.

La magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Canarias Margarita Varona, que investiga la reunión entre Alba y Ramírez ha dado por válida la grabación y ha ordenado que ese audio y su transcripción completa se incorporen al procedimiento.

El magistrado Salvador Alba, presuntamente, en esa reunión orientó a Ramírez sobre lo que debía declarar ante él la próxima vez que lo citara formalmente como imputado para perjudicar a Rosell, a cambio de obtener supuestos beneficios procesales.