La magistrada Victoria Rosell ha manifestado este miércoles que no solo no ha participado en ninguna maniobra para conseguir que le correspondiera instruir el procedimiento contra Miguel Ángel Ramírez, sino que además el sistema que reparte las causas "es imposible de manipular".

"Cualquiera que conozca el Decanato (de los Juzgados de Las Palmas de Gran Canaria), sabe que las causas son repartidas de forma aleatoria por un sistema informático. No hay posibilidad alguna de alterarlo", ha manifestado a Rosell a Efe.

La magistrada hace estas manifestaciones en respuesta a los contenidos de la conversación mantenida por el empresario Miguel Ángel Ramírez y el juez Salvador Alba que este miércoles revela LA PROVINCIA, en los que el propietario de grupo Ralons habla de un supuesto "amaño" para conseguir que ella llevara la causa.

En un comunicado remitido a Efe, Ramírez ha alegado que todo lo que dice en esa conversación es "figurado" y intentó "adaptarse" a lo que creía que Salvador Alba "quería escuchar" para ganarse su "complicidad y confianza", porque se sentía "amedrentado" por la fianza de 35 millones de euros que acababa de imponerle.

Rosell no da crédito a las cosas que se mencionan de otros jueces que salen a relucir en esa conversación entre Alba y Ramírez, como, por ejemplo, que el presidente de la Audiencia Nacional, José Manuel Navarro, se prestara a mediar en favor del empresario en el procedimiento que ella había llevado por fraude fiscal.

A su juicio, el único magistrado que presuntamente ha delinquido en este asunto es Salvador Alba, contra el que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ya ha abierto un procedimiento para averiguar si cometió prevaricación y negociaciones prohibidas a funcionarios.

Rosell sostiene que, esta causa, hay intereses que pretenden "poner el ventilador" para que la conversación de Ramírez y Alba salpique a terceras personas y la grabación sea anulada como prueba.