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Seis años sin poder serenar el partido

Tras renunciar a las primarias en 2014 inició una interinidad que duró dos años Pérez sucumbe a las pugnas internas de las 'familias' socialistas

La convulsión interna del PSOE canario vive un nuevo capítulo con la dimisión de José Miguel Pérez, que deja el mando del partido cansado de esperar por un congreso regional que no llega debido a las dos elecciones generales del último año y a la fractura de Ferraz tras la salida de su antiguo homólogo federal, Pedro Sánchez. Pérez no ha querido salir por la puerta de atrás con una presumible derrota en el Comité Regional exigido por 56 miembros del mismo. Después de más de trece años con cargos públicos y orgánicos, el dirigente socialista tira la toalla decisión que, no por esperada, ha cogido con el paso cambiado a algunos de sus compañeros en la dirección regional y a los críticos.

José Miguel Pérez entró en el PSOE por la puerta grande de la mano del recientemente fallecido Juan Carlos Alemán, entonces secretario general del partido en las Islas. La formación en Gran Canaria estaba descalabrada y se buscaban nuevos revulsivos en José Miguel Pérez y Arcadio Díaz Tejera. El primero encabezó la candidatura al Cabildo de Gran Canaria en la terna que le enfrentó al líder del PP, José Manuel Soria, que logró mayoría absoluta. Cuatro años después se viraron las tornas y los socialistas consiguieron mejorar notablemente sus resultados. Pérez logró de esta forma la Presidencia de la Corporación insular con el respaldo de Nueva Canarias.

En el partido Pérez se convirtió en secretario insular del partido en Gran Canaria tras una pugna con Díaz Tejera, que dejó algunas heridas en el seno de la formación grancanaria. En sus primeros momentos consiguió serenar al partido en la Isla pero después sucumbió a la pléyade de familias y corrientes que conviven tradicionalmente entre los socialistas grancanarios.

En 2010 le llegó el momento de pasar a la pugna por el liderazgo regional del partido ante la dimisión del secretario general, Juan Fernando López Aguilar, también cansado de la política canaria y con muchos enemigos en casa, pese a lograr los mejores resultados para el PSOE en unas elecciones autonómicas desde los primeros comicios de Jerónimo Saavedra en los años 80.

En un congreso extraordinario reñido Pérez se convirtió en secretario general tras medirse de nuevo con Arcadio Díaz Tejera y Manuel Marcos Pérez. Esta atalaya le sirvió para convertirse en candidato a la Presidencia del Gobierno en 2011 tras vencer a Santiago Pérez en las primarias. El resultado de la cita electoral fue lo que se llamó la "dulce derrota" del PSOE tras la "amarga victoria" de López Aguilar cuatro años antes. Y es que, pese a perder 11 escaños por el camino, Pérez supo aprovechar el momento y tuvo la habilidad de pactar con Paulino Rivero y meter al PSOE en el Gobierno regional después de años de coalición entre CC y PP. En el congreso regional celebrado en 2012 fue ratificado al frente del partido aunque no sin problemas.

Pero el PSOE es todo menos un partido tranquilo y sosegado. Pese a estar en el Gobierno, Pérez tenía cada vez más detractores y él mismo tomó la decisión en 2014 de no concurrir a las primarias para las elecciones de 2015, abriendo un periodo de interinidad que ha durado más de dos años. La bicefalia surgida desde entonces ha provocado disfunciones y problemas entre la dirección regional y los miembros socialistas del Gobierno, encabezados por la vicepresidenta, Patricia Hernández.

Cuando todo el mundo lo daba por amortizado desde el punto de vista político, Pérez resurgió como consecuencia de la crisis surgida en el pacto regional con Coalición Canaria. Aquí Pérez ejerció como secretario general después de las numerosas críticas recibidas por su falta de liderazgo. Ahora deja la nave de la dirección desmintiendo las apetencias de algunos de sus compañeros de dirección que querían que aguantara hasta un congreso, fuera ordinario o extraordinario. Ni una cosa ni otra, habrá gestora, como querían los críticos.

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