El vicepresidente segundo del Cabildo de Gran Canaria en representación de Podemos, Juan Manuel Brito, está convencido de que la apertura de un expediente sancionador y su suspensión cautelar de militancia, acordada en la noche del pasado martes por la dirección regional que lidera la secretaria general, Meri Pita, con el visto bueno de la comisión de garantías estatal, "no es una medida disciplinaria, es una represalia política". A su juicio, supone "una purga contra un adversario de partido que se toma en vísperas de la apertura de procesos de primarias, para intentar eliminar y silenciar a la disidencia interna ante el temor de perder las próximas primarias".
Según Juan Manuel Brito, también consejero de Medio Ambiente, Emergencias y Participación Ciudadana, esta apertura de expediente es "un nuevo episodio de la persecución política y el acoso personal" que viene sufriendo desde que la lista que encabezaba ganó las primarias para el Cabildo de Gran Canaria. "Primero nos marginaron en la campaña, luego me excluyeron de la comisión del seguimiento del pacto -en el Cabildo con Nueva Canarias y el PSOE-, posteriormente de la portavocía del grupo de Podemos y después me suspendieron de militancia y me abrieron un expediente, que fue archivado por la comisión de garantías", narra sobre sus enfrentamientos con la dirección de Podemos.
El inicio ahora del expediente disciplinario por parte del Consejo de Coordinación de Canarias, que fue instado por la Comisión de Garantías Democráticas estatal tras analizar distintas quejas hacia Brito, que se remontan a actuaciones realizadas desde que ocupó su cargo en el Cabildo hasta la actualidad, se basa en cuestiones sobre las que ya se pronunció dicha comisión mezcladas con "mentiras y tergiversaciones varias" pues, asegura, se le llegan a atribuir hechos que no son de su ámbito de responsabilidad en la institución grancanaria.
Una dirección agonizante
Que la sanción se abra en este momento es una " bofetada a los críticos de Podemos Canarias y a Sí Se Puede" en su propia persona, tras haber apoyado la expansión en la provincia de Las Palmas de este socio del partido morado en Tenerife, conservando su propia autonomía, al estilo de lo que ha propuesto Teresa Rodríguez en Andalucía. Para Brito, su sanción "no es más que la reacción de una dirección agonizante ante la falta de argumentos y propuestas políticas dada la descomposición orgánica a la que han llevado al partido en Canarias". El dirigente insular afirma que, además, en todo este tiempo ha tenido que soportar "la invisibilización" de su acción de gobierno y una "agresiva oposición" a la misma por parte de la dirección autonómica. Asegura que seguirá trabajando con normalidad en el Cabildo, y que ayer comunicó a su presidente, Antonio Morales (de NC), la apertura del expediente en por "su reiterada rebeldía" a los órganos regionales. Ante ello, presentará alegaciones a la comisión estatal de garantías para que tome una decisión definitiva, pero augura que si se llega a la expulsión puede provocar la ruptura del partido porque hay "numerosas" voces discordantes a la gestión de la dirección en las Islas. "Les reto a que convoquen ya unas primarias, a ver qué pasa", enfatiza.
