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Nuevo golpe al terrorismo islamista Reacciones en los templos musulmanes

Una comunidad pacífica

Una comunidad pacífica

La noticia de la detención en el aeropuerto de Madrid-Barajas de un ciudadano español de origen palestino con residencia en Vecindario por su vinculación con el grupo terrorista Daesh ha vuelto a despertar las suspicacias acerca de una posible radicalización de los musulmanes grancanarios.

A pesar de que la Guardia Civil ha dejado bien claro que investigaba al detenido desde 2014 por sus actividades a favor de esa organización terrorista insurgente, lo cual demuestra el grado de vigilancia al que están sometidos los musulmanes que viven en España, los miedos acerca de la existencia de una célula terrorista en nuestras islas han corrido como la pólvora en los mentideros en los que los rumores infundados llegan a crear estados de opinión.

A este respecto hay que subrayar que según los investigadores que han seguido los pasos del detenido durante estos últimos dos años, había experimentado un proceso de radicalización a través del consumo frecuente de propaganda del Daesh por internet. Lo cual demuestra que la vía de captación de esta organización no se realiza desde los púlpitos de las mezquitas, sino mediante la red global.

Aunque el Daesh predique una interpretación retrógrada y reaccionaria del islam utiliza los medios más modernos para transmitir su mensaje y por eso consigue reclutar a los más jóvenes, porque son precisamente estos los internautas que más navegan por la red y por lo tanto los más proclives a ser hechizados por los cantos de sirena de los yihadistas que captan miembros para su causa.

Pese a lo poco que ha trascendido acerca de esta operación, el hecho de que el proceso de radicalización del detenido haya desembocado finalmente en su voluntad inalienable de abandonar España para tratar de enrolarse en las filas del Daesh, prueba que este grupo no está interesado en crear células que realicen atentados en nuestras islas, sino en conseguir adeptos de cualquier lugar con el fin de que se trasladen inmediatamente a su protoestado, que aunque se encuentra en retroceso sigue ocupando un vastísimo territorio entre Irak y Siria.

La fecha en la que el detenido comenzó su proceso de radicalización es muy expresiva, porque fue ese año cuando Abu Bakr al-Baghdadi, el autoproclamado califa de la banda terrorista Daesh anunció el restablecimiento del califato desde la ciudad iraquí de Mosul pidiendo lealtad a los musulmanes de todo el planeta. Desde ese año la actividad de captación de yihadistas para su causa se ha multiplicado en todos los frentes existentes en internet.

La ideología del Daesh es de naturaleza fundamentalista yihadista wahabita, la cual cuenta con la oposición de todos los imames de las mezquitas de la isla. Estos denominan a esa organización Daesh, negándose a llamarla Estado Islámico, argumentando que ni se trata de un estado y mucho menos es islámico. Por eso las autoridades religiosas de los países musulmanes han pedido a los medios de comunicación que llamen a ese grupo Daesh, transliteración del acrónimo árabe formado por las palabras Estado Islámico de Irak y Siria (que traducidas al inglés componen el acrónimo ISIS).

La organización terrorista abomina que se refieran a ella de esa forma, porque esta palabra significa "el que aplasta o pisotea", hasta el punto que sus miembros han llegado a cortar la lengua de quienes se han atrevido a llamarlos así. Sin embargo es de esa forma por la que se les denomina en las mezquitas grancanarias.

La ideología del Daesh, el fundamentalismo yihadista wahabita, tiene como enemigos no sólo a los no musulmanes, sino también a aquellos creyentes en la fe islámica que practican el sufismo y el chiismo e incluso a los musulmanes suníes y a los fundamentalistas wahabitas, a los que no consideran musulmanes verdaderos porque traicionan al islam al participar sus organizaciones religiosas y políticas en procesos de regímenes que aplican leyes seculares no islámicas o, por residir en países aliados de occidente como Arabia Saudí o simplemente por ser demasiado laxos al no luchar junto a ellos.

Por lo tanto esta ideología no tiene predicamento en ninguna de las mezquitas grancanarias, ni siquiera en aquellas que profesan el wahabismo, como la mezquita del rey Kháled en Las Palmas o la mezquita Nur de Vecindario, ya que incluso la primera está financiada por Arabia Saudí (por eso tienen el nombre de Kháled bin Abdelaziz, antiguo rey de ese país) y la segunda está dirigida por el imam Abdelhamid Mohammed Saber Ibrahim Mohammed, de origen egipcio, ampliamente respetado por su sapiencia, al haberse formado en Sharía, derecho islámico, por la celebérrima universidad del Azhar del Cairo, que ostenta el récord de ser la más antigua del mundo que ha funcionado ininterrumpidamente.

En resumen, esta detención demuestra que no hay que temer a los musulmanes grancanarios, ya que son en su casi totalidad personas tolerantes, y aquellos que se radicalizan son captados a través de internet y finalmente optan por marcharse de la isla.

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