La dirección política de La Moncloa se está desvelando como una de claves en la resolución de la crisis de Gobierno en Canarias. El presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se están convirtiendo en actores de primer orden en el complejo escenario de la crisis del Ejecutivo isleño y están siendo a la postre garantes de la continuidad de Fernando Clavijo al frente del Ejecutivo regional. Ambos líderes del PP nacional han dejado claro su postura contraria a que el partido en las Islas entre en cualquier operación política para echar a los nacionalistas del Gobierno de Canarias, pese a las tentativas impulsadas por otras formaciones, sobre todo el PSOE y NC, con la expectativa de acabar con 23 años consecutivos de gobiernos nacionalistas.
Fuentes del PP nacional reconocieron ayer que la oferta de los socialistas canarios, avalados por la gestora de Ferraz, y de la formación de Román Rodríguez, ha llegado a ser "analizada" para el caso de que finalmente el pacto regional se rompiera. Pero señalan que frente al deseo de algunos de los populares canarios de aprovechar la "ocasión histórica" de echar a CC del Gobierno, Rajoy y Sáenz de Santamaría priman la buena sintonía actual con el Ejecutivo regional, y el acuerdo que se ha firmado con esta formación, que valió el apoyo de su diputada nacional, Ana Oramas, a la investidura del presidente, y para el desarrollo de una amplia agenda canaria a lo largo de la legislatura.
Un miembro de la dirección de la calle Génova señalaba en este sentido que "el PP no va a hacer nada hasta que el pacto no se rompa", y que no permitirá que ninguno de los dos socios utilicen al partido como muleta de sus operaciones. "Hablamos con todos y escuchamos a todos, pero no vamos hacer nada si no rompen", señala este portavoz.
Este dirigente señala que al PP le interesaría electoralmente acabar con un gobierno nacionalista e intentar formar un gobierno de coalición con el PSOE, pero reconoce que "estratégicamente es problemático por el acuerdo con CC en Madrid". Esta apreciación coincide con la que tienen los propios nacionalistas, quienes aseguran que "en el PP manda Moncloa, no la calle Génova", y que el entorno de Rajoy y Sáenz de Santamaría "nunca van a permitir meterse en esa operación de riesgo, mientras pactan con el Gobierno de Canarias 400 millones más de financiación autonómica y negociamos el apoyo a los presupuestos del 2017".
Contactos PP-PSOE
Con todo, el PP nacional reconoce que han mantenido múltiples contactos con dirigentes del PSOE canario y de la gestora federal, y mencionan la intervención incluso de la presidenta de Andalucía, Susana Díaz.
La vicepresidenta del Gobierno canario, Patricia Hernández, aseguró ayer en Madrid, donde asistía a una conferencia sectorial sobre vivienda, que "nunca se ha trabajado con la posibilidad de hacer un Gobierno con el PP", respaldando así lo dicho en el mismo sentido por Mario Jiménez, el secretario de Organización de la gestora de Ferraz. El PSOE sí reconoce en Canarias y en Madrid haber mantenido distintos contactos con el PP para analizar la grave crisis institucional que afecta al Gobierno de Canarias, en cuyo contexto se han explorado los distintos escenarios posibles si el pacto finalmente llegara a romperse. Una de esas alternativas sería la de la presentación de una moción de censura con un gobierno alternativo encabezado por Hernández con apoyo externo del PP. "Una cosa es no gobernar con el PP y otra no poder acordar una moción de censura para echar a CC", señalan fuentes socialistas.
En todo caso, la vicepresidenta del Gobierno canario parecía apostar ayer por una reconducción del pacto en el contexto del intento de acuerdo llevado a cabo en la comisión de Hacienda del Parlamento de Canarias para una distribución del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan) distinta a la decidida por el Ejecutivo el pasado 28 de noviembre y no compartida por los consejeros socialistas, que abandonaron el Consejo de Gobierno donde se aprobó.
Hernández enfatizaba ayer que "la voluntad que hemos expresado siempre es la de volver a la cordura, y la estabilidad, dejar atrás el enfrentamiento entre administraciones y entre islas y estamos dispuestos a escuchar todo tipo de propuestas".
"Estamos trabajando en llegar a un acuerdo con todas las formaciones políticas en el Parlamento y con todas las formaciones políticas", destacó para referirse a la disposición socialista para tratar de zanjar el enfrentamiento por el reparto de Fdcan. "Se estaba trabajando en distintas propuestas transaccionales que podría implicar a todos los grupos, y tenemos toda la predisposición del mundo para poder llegar a un acuerdo", resaltó al tiempo que en la Cámara regional sus compañeros socialistas optaban por abstenerse en las mociones de Nueva Canarias que bloqueaban el desarrollo del Fondo tal y como lo aprobó el Ejecutivo en vez de votar con CC, PP y ASG y rechazarlas. Una decisión que se considera en las filas nacionalistas como una nueva afrenta.
Tras la nueva postura de Hernández parece desprenderse un intento del PSOE de tratar de enfriar los ánimos con sus socios de Gobierno, que ya entornan las puertas a los socialistas.
Pero la dinámica de los contactos y ofertas a varias bandas para la búsqueda de una alternativa de Gobierno al actual, llevada hasta el paroxismo el pasado martes en Madrid con motivo del desplazamiento hasta la capital de todos los líderes canarios para asistir al debate sobre la reforma del Estatuto en el Congreso, ya ha prendido en todas las formaciones y se mantiene activa. Distintas fuentes aseguran que el PSOE se debate en estos momentos entre salirse o no del Gobierno antes de que Clavijo decida si destituye a sus consejeros, y llegado el caso qué nueva oferta hacerle al PP para una posible moción de censura. La reunión de la gestora regional que se celebrará mañana en Gran Canaria, presidida por José Miguel Rodríguez Fraga, tendrá mucho que decidir al respecto.
En ese sentido, las mismas fuentes señalan que una parte de los socialistas canarios, con la propia Hernández al frente, mantienen su apuesta por intentar un gobierno de coalición con los populares. Ello a pesar de que la dirección provisional de Ferraz, y especialmente la probable futura candidata a la secretaría general del PSOE, Susana Díaz, a su vez presidenta de Andalucía, no puede permitirse, ni ante los críticos en el partido, ni ante los electores en todo el Estado, apadrinar una 'gran coalición' a la canaria con el Partido Popular.
