La ruptura del pacto entre Coalición Canaria y el PSOE en el Gobierno presidido por el nacionalista Fernando Clavijo deja en el aire a otras 23 instituciones que cumplieron la alianza en cascada alcanzada por ambas formaciones. En total, cuatro cabildos y 19 ayuntamientos de las Islas pueden verse afectados por el divorcio entre CC y los socialistas, con mayorías que pueden truncarse por pactos con otras organizaciones, principalmente con el PP. El Ejecutivo en minoría arranca hoy con la toma de posesión de los cuatro nuevos consejeros, tres de CC y uno independiente, y la celebración del primer Consejo de Gobierno del año.
Las instituciones insulares de Lanzarote y Fuerteventura han expresado abiertamente su deseo continuar juntos, y en La Palma y Tenerife, aunque existe sintonía entre ambas formaciones, se cierne la sombra de la ruptura. En La Palma, de hecho, en el pasado mandato el PP y el PSOE descabalgaron a CC de nueve de los catorce ayuntamientos en 2011, y dos años más tarde presentaron una moción de censura contra la nacionalista Guadalupe González Taño en el Cabildo palmero, tras la ruptura de CC con el PSOE. Su relevo en la presidencia insular fue el socialista Anselmo Pestana con el apoyo de los populares.
En las elecciones de 2015, Pestana revalidó el puesto pero esta vez con el apoyo de CC, en cumplimiento del pacto en cascada entre socialistas y nacionalistas. Mientras el PSOE amenaza ahora con romper alianzas en distintos municipios en los que puede pactar con el PP, en su mayoría, CC sostiene que quiere hacer todos los esfuerzos por garantizar la estabilidad donde el pacto funciona bien. Las instituciones con más peligro de separación son, entre otras, el Ayuntamiento de La Laguna, el Cabildo de Tenerife y distintos municipios de La Palma.
Autoridad Portuaria
La moción de censura de Granadilla de Abona, que llevó a José Domingo Regalado (CC) a la Alcaldía con el respaldo del PP y Ciudadanos el pasado septiembre, desbancando al alcalde socialista Jaime González Cejas, se convirtió en el detonante de la ruptura del pacto en el Gobierno canario, que finalmente se fracturó por el reparto de los recursos del extinto Impuesto sobre el Tráfico de Empresas (ITE), que nutren el nuevo Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan), uno de los programas estrella de Clavijo para la actual legislatura.
CC tiene una baza a su favor: la Presidencia de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, que dirige el socialista Luis Ibarra, juega un papel crucial para frenar posibles censuras por parte del PSOE a los nacionalistas. Este es uno de los cargos más importantes que conserva el PSOE,y el Gobierno de Clavijo en minoría puede destituirlo si los socialistas promueven rupturas en distintos municipios, como ya han advertido.
El Cabildo de Tenerife se erige en una de las instituciones en las que es más factible que la fractura del pacto regional provoque un cambio. Su presidente, Carlos Alonso, gobierna con diez consejeros de CC y siete del PSOE. Tras las elecciones autonómicas, Alonso prefería aliarse con el PP pero no lo hizo para respetar el acuerdo regional en cascada con el PSOE.
En estos momentos tiene las puertas abiertas para pactar con los populares, que cuentan con el mismo número de consejeros que el PSOE y, en consecuencia, las matemáticas permitirían una nueva alianza entre CC y el PP. Un pacto que podría verse reforzado si los populares entran en el Gobierno de Canarias, como espera CC, a lo largo de este año para darle más estabilidad al Gobierno de Clavijo, que cuenta ahora con el apoyo de 18 diputados de los sesenta que conforman el Parlamento, y el refrendo de los tres representantes de la Asociación Socialista Gomera (ASG). Por tanto, es un Ejecutivo en minoría sujeto a la aritmética parlamentaria.
En este contexto, hoy se reúne la Junta de Portavoces de la Cámara para determinar si Fernando Clavijo comparece ante un pleno extraordinario monográfico en este mes -la Cámara regional empieza su actividad en febrero-, para tratar la ruptura del pacto entre CC y el PSOE en el Ejecutivo y con qué apoyos y programa va a gobernar el presidente.
El PP ya ha manifestado que apoyará la celebración de este pleno, pedido por el PSOE, Podemos y Nueva Canarias, con lo que se produce una mayoría que fuerza al presidente a comparecer ante el Parlamento. No obstante, Clavijo ha expresado que no tiene inconveniente en dar explicaciones y que él mismo ha pedido una comparecencia. Aun así, el presidente rechaza someterse a una moción de confianza, como reclaman las tres fuerzas de la oposición, porque, según expone, va a desarrollar con el Gobierno en minoría el mismo programa que lo invistió presidente y que se aprobó con el apoyo de 36 votos del PSOE y de ASG.
El Ayuntamiento de La Laguna es uno de los que más peligro de ruptura corre. El PSOE ya advirtió que intentará echar a CC del gobierno municipal como represalia por la moción de censura en Granadilla. Sería posible por la situación de debilidad de CC, que sufrió un varapalo electoral en las elecciones locales de mayo del año pasado, pasando a tener solo siete concejales, y con una fórmula que ya sondearon los socialistas tras los comicios, como sería la conformación de una gran alianza de izquierdas de los cinco ediles socialistas con los seis de Unid@s se puede -una fusión entre Sí se puede y Podemos- y los tres de Por Tenerife-Nueva Canarias -liderado por Santiago Pérez-.
Aún este bloque progresista podía haber gobernado, el PSOE ordenó a sus representantes laguneros que pactaran con CC como uno de los principales requisitos del pacto regional en cascada. Pero ahora la situación ha dado un vuelco. Además Arona, después de Santa Cruz y La Laguna, con 81.000 habitantes, es otro de los municipios que puede verse también afectado por la ruptura del pacto. Es uno de los más apetecibles para cualquier partido, pues es una locomotora económica por el turismo. CC y PP ya habían empezado a tantear el terreno con Ciudadanos antes de que se produjera la crisis de Granadilla.
