El vicepresidente segundo del Cabildo de Gran Canaria en representación de Podemos, Juan Manuel Brito, advirtió ayer de un cisma en el partido morado en el Archipiélago si no prospera su recurso contra la expulsión acordada por la Comisión Estatal de Garantías de la fuerza política. "No tengo muchas esperanzas, pero lo hago desde la obligación y el derecho que tengo", admitió el también consejero insular de Medio Ambiente, Emergencias y Participación Ciudadana sobre sus alegaciones, cuyo plazo de presentación expira este viernes.

De confirmarse la destitución, por tanto, "nos encontraríamos en un escenario, indudablemente, de ruptura en la Isla, que no es deseable para el futuro del proyecto de cambio", continuó Brito antes de mostrarse desilusionado por la decisión adoptada en la cúpula estatal de Podemos tras la denuncia a finales de noviembre de casi un centenar de cargos públicos y militantes de la formación en el Archipiélago. "Hicimos una carta pública desde Sí Se Puede llamando al diálogo y la respuesta que se ha dado, en lugar de ir hacia una propuesta de inclusión, toma un camino que nos lleva hacia la exclusión y la ruptura, lamentable para cualquiera que apueste por un proyecto de cambio en la isla de Gran Canaria y en Canarias", abundó el vicepresidente del Cabildo, sustentado en un pacto con Nueva Canarias (NC) y Partido Socialista (PSOE).

Precisamente, Juan Manuel Brito descartó que la expulsión se deba a su protagonismo en el desembarco en Gran Canaria de la formación tinerfeña Sí Se Puede, que se presentó a las elecciones locales de 2015 en confluencia con Podemos, porque el partido permite la doble militancia en el ámbito autonómico y niveles inferiores. Tras recordar que la primera reunión mantenida por el exdirigente estatal del partido Juan Carlos Monedero para organizar Podemos en Canarias se celebró con Sí Se Puede, por lo que "hablar de dos proyectos distintos es falso", el consejero insular de Medio Ambiente reconoció que la doble militancia contemplada en los estatutos "se puede ver de forma contradictoria", pero no puede acarrear una sanción.

Por ello, Brito responsabilizó de un proceso repleto de "irregularidades importantes" por la vulneración del reglamento de la Comisión Garantías, los estatutos de Podemos, la ley de partidos e, "incluso, aspectos constitucionales" al secretario de Organización de la fuerza morada, Pablo Echenique. A su juicio, "el partido está absolutamente hecho polvo en Canarias y el secretario de Organización en lugar de venir aquí a solucionar los problemas, viene a dar carta de naturaleza a un expediente sancionador, no ha jugado un buen papel".

Sin embargo, la secretaria general de Podemos en Canarias, Meri Pita, se sorprendió de que Brito "se atreva a nombrar a Echenique después de que la misma Comisión de Garantías" absolviera el pasado año al vicepresidente insular de un expediente sancionador por nepotismo al argumentar que, finalmente, la pretendida contratación de su actual pareja en el Cabildo nunca se concretó por las denuncias públicas. Después de desvincular la expulsión de Brito de su militancia simultánea en Podemos y Sí Se Puede, Pita atribuyó la sanción al incumplimiento de los estatutos y del código ético del partido, por la desconexión entre el grupo del Cabildo y los órganos gestores de la fuerza morada criticada en un manifiesto firmado por cerca de un centenar de militantes.

Antes de desdeñar una escisión, -"seguramente esa gente no es de Podemos"-, la secretaria general en las Islas reclamó a Brito la devolución del acta si se confirma su destitución del partido y a los restantes tres consejeros insulares, el acatamiento de los estatutos y del programa del partido. Además de insistir en extender la responsabilidad de su expulsión tanto a Meri Pita como al conjunto de la dirección de Podemos en Canarias, por rechazar "desde el principio el pacto en el Cabildo de Gran Canaria y actuar más como la oposición que como un partido de apoyo", Brito eludió responder sobre su exigido cese como consejero insular: "Esa decisión la tomaremos de forma colectiva [en Sí Se Puede], no es una cuestión personal, es política. Las consecuencias de mi expulsión no serán sólo personales, sino colectivas y no sólo van a tener repercusión en el gobierno del Cabildo de Gran Canaria, eso es lo lamentable".

"Contrapunto al insularismo"

No obstante, Brito calificó de "absoluto" su compromiso con el pacto junto a NC y PSOE y "no ha habido un cambio en las condiciones políticas como para no defender este gobierno, que es el contrapunto a las políticas insularistas y conservadoras actuales del Gobierno de Canarias y es la principal punta de lanza del cambio político en Canarias. Y en ese gobierno estamos y vamos a seguir, evidentemente", avanzó el vicepresidente insular tras descartar una posible incorporación a NC.

El portavoz de Podemos y consejero de Educación y Juventud en el Cabildo, Miguel Montero, declinó ayer valorar el panorama hasta la conclusión definitiva del procedimiento. Además de Brito y Montero, el grupo morado en la corporación insular se compone de María Nebot, consejera de Igualdad, e Ylenia Pulido, titular de Arquitectura y Vivienda.

Por otro lado, Juan Manuel Brito consideró ayer "absolutamente falso" que organizara un fraude, mediante la creación de más de un centenar de perfiles digitales de falsos militantes, en las elecciones primarias para decidir los candidatos de Podemos al Cabildo, según publicó el diario digital Canarias Ahora. "Nunca he conocido a nadie que haya amañado votos en Podemos y nunca he participado en ninguna cuestión en ese sentido", subrayó el vicepresidente insular, que se impuso en ese proceso por 14 sufragios. Tras asegurar que se enteró ayer del pucherazo, Meri Pita anunció una investigación.