Aunque llegue la jubilación, ser policía es una profesión que queda grabada en la piel. Cerca de medio centenar de agentes de la Policía Nacional se jubilaron el año pasado y esta mañana 31 de ellos recogieron un diploma de reconocimiento por su dedicación y labor. La delegada del Gobierno en Canarias, Mercedes Roldós, presidió el acto en la Comisiaría del distrito norte de la capital grancanaria en la que se inauguró el local que servirá de punto de encuentro para los policías retirados.

El jefe superior de Policía de Canarias, José María Moreno, destacó durante su intervención el "trabajo y sacrificio" de los policías jubilados, algunos de los cuales sirvieron en el País Vasco durante algunos años para luchar contra el terrorismo de ETA. Otros, en cambio, llevaron a cabo la mayor parte de su labor en las Islas, como José Luis Regalado, quien acumula una amplia trayectoria en buena parte de los casos más mediáticos del Archipiélago. "Si es vocacional, el que es policía nunca se olvida", esgrime. Participó en la búsqueda de Ángel Cabrera Batista, El Rubio -El Rubioacusado de asesinar al empresario Eufemiano Fuentes en 1976-, en el esclarecimiento del homicidio de la niña de 12 años, Cathaysa, en el barrio de El Pilar en 1988, o en el caso Kárate.

Roldós, por su parte, subrayó la importancia de que este grupo de agentes pueda contar a partir de ahora, y tras casi tres años, con un espacio en el que compartir experiencias y anécdotas. La Asociación Nueva Policía integra a los policías jubilados y su presidente, Ángel Calvo, mostró una enorme satisfacción de poder contar de nuevo con unas instalaciones que ocupan, aproxidamente, 100 metros cuadrados.