Los diputados canarios se someterán a un estricto código de conducta que les exige ser íntegros, transparentes, diligentes, honrados y responsables, además de mostrar una "actuación desinteresada" en el ejercicio de sus funciones y cumplir las reglas de cortesía parlamentaria y respeto hacia los miembros de la Cámara, el personal del Parlamento y la ciudadanía en general. A partir de ahora cada paso de los parlamentarios autonómicos estará controlado y vigilado con lupa. No podrán aceptar regalos por importe superior a 99 euros y, si los reciben, tendrán que entregarlos a la Cámara. Además, en la web de transparencia del Parlamento de Canarias se publicará periódicamente el número de viajes que realicen, sus gastos y su agenda institucional, entre otros aspectos.

La junta de portavoces aprobó ayer por unanimidad el código de conducta de los diputados en virtud de la resolución de la Mesa de la Cámara, que desde hace tiempo trabajaba en un documento en tal sentido y que persigue dar un paso más en favor de la mayor transparencia en el funcionamiento de la institución parlamentaria y para recuperar la confianza de los ciudadanos en la política.

Al término de la reunión, la presidenta del Parlamento, Carolina Darias, abogó porque la transparencia sea "un eje transversal de la actuación" de esta Cámara.

El nuevo reglamento que regirá el comportamiento de los diputados de las Islas amplía sus obligaciones, que hasta ahora se limitaban a ejercer sus tareas parlamentarias, cumplir la normativa sobre incompatibilidades y presentar una declaración sobre sus bienes.

El texto aprobado ayer incluye diversas medidas y un régimen sancionador para los casos de incumplimiento. Las infracciones podrán dar lugar a la imposición de multas que oscilarán entre 100 y 500 euros, en función de la gravedad de la conducta.

El código de buenas prácticas recoge por vez primera una restricción sobre los obsequios que reciben los diputados, que no podrán aceptar para sí ni para terceras personas regalos "que superen los límites de los usos sociales o de cortesía, ni favores o servicios en condiciones ventajosas que puedan condicionar sus funciones".

El texto deja claro que deben "abstenerse de obtener o buscar beneficio económico alguno, directo o indirecto, ni recompensa de ningún tipo para sí o para su entorno familiar, que pueda derivarse de las funciones propias de su cargo".

En el caso de aceptar, "por razones protocolarias", obsequios cuyo valor estimado sea superior a 99 euros, los diputados deberán declararlos ante la Secretaría General de la Cámara y entregarlos a la Presidencia. Previo registro, pasarán a formar parte del patrimonio del Parlamento si se trata de bienes inventariables. En caso contrario, "se les dará el destino que se acuerde" por la Mesa de la Cámara.

Además, el código señala que todo regalo que reciban los diputados que sobrepase los 99 euros se publicará en el portal de transparencia y se indicará "la institución o persona que lo ofreció".

En cuanto a los presentes que pudieran recibir sus señorías, Darias precisó que esta situación "no se da prácticamente". Asimismo, explicó que el límite de 99 euros coincide con el que figura en el reglamento del Parlamento europeo.

Igualmente, el texto insta a los diputados a evitar incurrir en cualquier conflicto de intereses. Les obliga a velar por el "buen uso" de los bonos de transporte marítimo y terrestre y publicar periódicamente en la web del Parlamento un listado de los viajes institucionales y el número de desplazamientos por su asistencia a las reuniones en la Cámara o cualquier otra actividad ligada a su función.

También tendrán que hacer público el importe "totalizado" de las dietas y asistencias devengadas para sus viajes y revelar sus agendas, que deben actualizarse cada 15 días como mínimo.

Este código de conducta entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial del Parlamento de Canarias y también se divulgará a través del Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma.