El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, apuntala su Gobierno en una nueva mayoría con el PP y la Agrupación Socialista Gomera (ASG). El jefe del Ejecutivo entró ayer en el Parlamento con el apoyo de los 18 diputados del Grupo Nacionalista (CC-PNC) y salió con el respaldo también de los 12 diputados populares y los tres del Grupo Mixto (ASG). Su exsocio, el PSOE, Podemos y Nueva Canarias hicieron todo lo posible por visibilizar la soledad y la debilidad del Gobierno de CC en minoría y exigieron sin éxito que Clavijo se someta a una cuestión de confianza. Además, se aleja la posibilidad de una moción de censura, ya que los populares no están por la labor de participar en "operaciones de asaltos al poder".

El presidente compareció en un pleno extraordinario y de máxima expectación para explicar los motivos de la ruptura de su alianza el 23 de diciembre con el PSOE, a quienes acusó de levantarse aquel día por segunda vez en un Consejo de Gobierno en menos de un mes "sin explicación alguna" y construir "un relato falso para esconder su incapacidad para gestionar".

"Me hubiese gustado que la persona que tuvo los desencuentros tuviera el cara a cara conmigo", señaló Clavijo, en referencia a la exvicepresidenta del Ejecutivo, Patricia Hernández, sin citarla. "Las alusiones parlamentarias suelen hacerse con más señorío y valentía", reprobó la nueva presidenta del Grupo Socialista en la Cámara al salir del hemiciclo, en el que rehusó enfrentarse al presidente y cedió la intervención a su portavoz, Iñaki Lavandera, quien criticó la deslealtad de CC y su deriva insularista, que se reflejó en el Fondo de Desarrollo de Canarias. Los socialistas consideran el reparto "totalitarista" de los recursos del extinto ITE como uno de los detonantes de la ruptura, aunque Clavijo lo ve como una "excusa".

El presidente expresó su asombro por el "rencor" que destilaban las palabras de Lavandera y se preguntó: "Si tan malo era, ¿por qué les tuve que echar y no se fueron? Si tanto eran las humillaciones, desplantes y tan mal iba todo ¿por qué no se fueron?" El portavoz del PSOE resolvió su duda y parafraseó al histórico socialista Ramón Rubial: "Primero España, en este caso Canarias, después el partido y después los intereses personales".

La oposición puso en duda los apoyos de Clavijo dentro de su propio partido y que lidere el Gobierno Coalición pese a que ser la tercera fuerza política en votos.

Además de los reproches mutuos, sus exsocios cerraron toda posibilidad de reeditar el pacto con CC, mientras que NC y Podemos se autoexcluyeron de cualquier entendimiento con los nacionalistas. En cambio, Clavijo sí recogió el guante lanzado por PP y ASG y aceptó una decena de demandas que, dijo, "enriquecen" su programa de gobierno y la nueva hoja de ruta en la etapa de diálogo y consenso que inicia "con generosidad y humildad".