El enfrentamiento político entre Partido Socialista (PSOE) y Coalición Canaria (CC) continúa casi un mes después de la ruptura del pacto de gobernabilidad. Aunque el reparto del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan) resultó el detonante de la expulsión de los cuatro consejeros socialistas del Gobierno autonómico, sustentado en minoría por los nacionalistas desde finales de diciembre, la pugna regresa ahora a la sanidad pública. Ya fue objeto de discusión a mitad del pasado año entre los entonces socios, a causa de la denuncia del PSOE sobre el intento del presidente, Fernando Clavijo, de trasladar a las arcas estatales el coste del tratamiento contra la hepatitis C o introducir el copago de los medicamentos por los pacientes.

"Absoluta y rotundamente falso", reiteró ayer el mandatario de CC después de negar la acusación a lo largo de la última sesión plenaria del Parlamento de Canarias, celebrada el jueves de manera extraordinaria. Durante un acto en Telde, Clavijo atribuyó al "rencor" y el "despecho" la información difundida en sede legislativa por el portavoz parlamentario del PSOE, Iñaki Lavandera, y avalada después tanto por el exconsejero de Sanidad, Jesús Morera, como por la exvicepresidenta autonómica, Patricia Hernández.

"A las pruebas me remito", añadió el jefe del Ejecutivo, en referencia a la inclusión del tratamiento contra la enfermedad infecciosa del hígado en las cuentas autonómicas de 2016 después de que el Gobierno estatal se comprometiera un año antes con los pacientes a sufragar la medicación pero responsabilizará del coste a las comunidades. "A nadie se le ha negado el tratamiento y también está en el presupuesto de 2017. Si eso fue así en julio, ¿por qué lo dicen ahora?"

El presidente autonómico se respondió al calificar la denuncia socialista como "una cortina de humo para tapar la nefasta gestión a la que sometió la sanidad canaria" Morera, con una subida de 8.000 personas y 18 días en las listas de espera tras aumentar en 220 millones de euros el presupuesto del área en 2016. Sin embargo, Jesús Morera también se reafirmó ayer en la existencia de la propuesta durante una conversación telefónica mantenida el 26 de julio con Fernando Clavijo sobre las causas de la desviación presupuestaria en Sanidad.

"Respondí que era injusto y, además, imposible, porque tenemos un protocolo del Ministerio que dice los pacientes que tenemos que tratar", detalló el socialista, en declaraciones a la cadena COPE. También advirtió al jefe del Ejecutivo sobre la imputación de dos altos cargos de la Xunta de Galicia por retrasar el tratamiento a diversos enfermos, finalmente fallecidos. "Además, recuerdo perfectamente que el presidente del Gobierno me dijo: 'Jesús, de casa se viene lloradito'. Me quiso decir que a la política se viene a tomar decisiones, que estoy de acuerdo, pero decisiones justas, no injustas", argumentó el exconsejero de Sanidad, que cifró en 24 millones durante el pasado año y 36 en 2015 el coste del tratamiento contra la hepatitis C.

No obstante, Morera puntualizó que el copago no constituye "ningún delito", ya que se aplica en diversos países europeos, sino "una cuestión claramente ideológica" que le separa "muchísimo" del presidente canario. "Es una anécdota más de las grandes diferencias de concebir la gestión pública entre Clavijo y los [ex] miembros socialistas del Gobierno", coincidió Iñaki Lavandera con Jesús Morera, quien aprovechó para denunciar también el intento de cierre del Hospital del Sur de Tenerife para controlar el gasto.

"Eso es un disparate, es falso", replicó la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, antes de detallar que "el único debate que hubo en Consejo de Gobierno" sobre la hepatitis C versó sobre su financiación. "Jesús Morera nos dijo que el tratamiento se iba a pagar por el Estado, pero lo puse en duda y dije que va a haber que sacarlo del presupuesto de la comunidad autónoma, como así ha ocurrido".