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Los secretos de la CIA Los informes de la inteligencia de EEUU sobre el Archipiélago

Kissinger planteó a Ford en 1975 poner una base militar de EEUU en Canarias

La instalación se pensó para operaciones aéreas y de vigilancia de la Armada rusa. En un documento de 1951, la CIA propone una base en el aeropuerto de Gando

Kissinger (izquierda), junto al presidente Ford en 1975, año en que le propuso una base aérea en Canarias. LP / DLP

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos propusieron en dos ocasiones, en los años 1951 y 1975, la utilización de Canarias como base de operaciones militares con destino a Oriente Medio y África del Norte. El documento con mayor rango de los dos que lo corroboran es un memorándum enviado por el secretario de Estado, Henry Kissinger, al presidente de Estados Unidos, el republicano Gerald Ford, el 23 de junio de 1975.

El memorándum, un tipo de informe conciso que se envían de forma interna los principales gabinetes de los gobiernos, está catalogado como "top secret, sensible" y fue realizado por la CIA y los analistas de la Secretaría de Estado y Defensa que dirigía Kissinger. Se lo envía al secretario de Estado Mr. Clift y este a su vez lo eleva al presidente.

Este documento y el de 1951 forman parte de los más de 12 millones que acaba de desclasificar la Agencia Central de Inteligencia. Una orden ejecutiva del presidente Bill Clinton en 1995 obligó a que los documentos con al menos 25 años de antigüedad y valor histórico fuesen publicados.

El memorándum en el que Kissinger informa de la idoneidad de utilizar Canarias, entre otras regiones, como base militar aérea se titula Intereses de la seguridad de Estados Unidos en las Azores. "Aparte de las bases estadounidenses en España, los aeródromos alternativos más probables para apoyar las operaciones de contingencia en Oriente Medio y Norte de África se encuentran en Madeira (Portugal), Islas Canarias, Marruecos y Senegal", se asegura en la página 3.

Los Pactos de Madrid

En ese momento, Estados Unidos tenía cuatro bases en España, gracias a los llamados Pactos de Madrid de 1953. El dictador Francisco Franco aceptó que los norteamericanos desplegaran instalaciones militares aéreas en Morón de la Frontera (Sevilla), Zaragoza y Torrejón de Ardoz (Madrid), así como una instalación naval en Rota (Cádiz). Pero la administración de Ford no las tenía todas consigo ni con España ni con Portugal, donde en ese momento también contaba con la base aérea de Lajes, en el archipiélago de las Azores.

En este mismo memorándum y otros informes ahora desclasificados, los servicios de inteligencia estadounidenses alertan de la inestabilidad en los dos países de la península Ibérica y la incertidumbre que ello crea en la renovación de los acuerdos en materia de Defensa. Las dudas son mucho mayores en el caso de Portugal. Por eso el informe se centra en las Azores, aparte de por la enorme importancia de esta base tiene para las operaciones internacionales del Ejército estadounidense. Solo un año antes, la Revolución de los Claveles había logrado derribar la dictadura de Marcelo Caetano y Portugal se encontraba en una situación de transición hacia la democracia. En estos documentos reservados, la inteligencia norteamericana expresa su temor a que los comunistas portugueses, que contaban con amplio apoyo popular tras los años de dictadura militar, asciendan al poder y "puedan incluso imponer un régimen prosoviético" en plena Guerra Fría.

La situación no era todavía tan extrema en España. El franquismo daba claras muestras de debilidad y el mismo dictador parecía cada día más deteriorado, pero la CIA entendía que España era un país controlable a corto y medio plazo. De hecho, Canarias aparece en el listado de alternativas del memorándum que envía Kissinger a Ford ante la posibilidad de que se cumplan los peores presagios en Portugal y Estados Unidos no logre renovar el acuerdo de Defensa.

Final del tratado con Portugal

El tratado entre estadounidenses y portugueses había expirado, además, hacía poco, en 1974, en plena transición de los claveles, y en ese junio de 1975 EEUU seguía usando sus instalaciones de las Azores pero de forma precaria. Fue gracias a un acuerdo tácito entre Washington y Lisboa que duró unos años.

En ese contexto, la CIA informa de que Canarias es una buena opción pero también que hay inconvenientes. "Nada de esto [la posible instalación de bases en Canarias u otros lugares], sin embargo, podría duplicar las capacidades de Lajes [la base de las Azores] o las bases españolas sin una extensa argumentación y/o desarrollo de la base. Además, el uso de aeródromos en las Islas Canarias sólo sería valioso si se garantizara el sobrevuelo en varios países del África Subsahariana", señala el documento que envía Kissinger al presidente Ford.

El memorándum subraya la necesidad de contar con opciones a la base de Azores fundamentalmente para el repostaje de los aviones que vuelan a Oriente Medio y África del Norte, pero también como centro de coordinación para la localización de buques y submarinos soviéticos en el Atlántico. Sin una alternativa, el documento alerta de que se crearía un área ciega que Estados Unidos no podría en ningún caso permitir ante la gran amenaza de la URSS. En determinadas operaciones, contar con recursos en Canarias resultaría, en opinión de la CIA, vital para la consecución de las misiones en el exterior.

En 1973, Azores había sido decisiva para los norteamericanos durante su intervención en la guerra de Yom Kipur, que enfrentó a Israel con Egipto y Siria. Y no había visos de que la situación se calmara ni en Oriente Medio ni en África del Norte. Por eso es importante Canarias y por eso este informe de la CIA nombra a las Islas no una sino dos veces. En la segunda, las cita junto a Cabo Verde. Fuera como fuera, Estados Unidos consideraba que debía tener presencia en alguno de los archipiélagos de la Macaronesia.

Las advertencias de la CIA dejan entrever por qué finalmente nunca se instaló una base en Canarias pese al reconocimiento de que la situación geoestratégica de las Islas era óptima para un proyecto de este tipo, que habría necesitado una renegociación de los Pactos de Madrid. El problema era la inestabilidad de los países del entorno y la imposibilidad de conseguir acuerdos duraderos para el paso de las naves estadounidenses que partirían de Canarias por el espacio aéreo de estas naciones. Son países que todavía hoy están sometidos a importantes vaivenes políticos y económicos, y muchos de los cuales, más que aliados, se podrían considerar hostiles: Mauritania, Mali, Argelia, Libia, Sahara Occidental, Níger, Egipto, Sudán...

Esta propuesta de 1975 de crear nuevas bases en lugares como Canarias quedó en las gavetas del presidente Ford. El 18 de junio de 1979, los gobiernos de EEUU y Portugal firmaban la renovación del acuerdo para el arrendamiento de las instalaciones militares de las Azores, de cuatro años de duración y por el que Washington desembolsó a Lisboa 140 millones de dólares en ayuda económica y militar. La instalación, situada a 850 millas de la costa portuguesa, está compuesta por la base aérea de Lajes, en la isla de Terceira, así como otros aeropuertos y bases navales en las islas de San Jorge, San Miguel, Santa María y Faial.

El segundo informe que acaba de ser desclasificado por la CIA y en el que aparece Canarias como potencial sede de una base tiene menor rango -no fue enviado al presidente como el primero- pero el interés es más explícito. Se titula Potencialidades de España en la defensa occidental, fue realizado por la Oficina Nacional de Estimaciones y está fechado el 16 de julio de 1951. Se hizo en el marco de las negociaciones con España para establecer una cooperación militar, que fructificaron dos años después con los mencionados Pactos de Madrid. En la página 16 se lee: "El aeropuerto y la base de hidroaviones de Gando [Gran Canaria] podrían ser utilizados de manera afectiva para el trabajo ASW [guerra antisubmarina contra los soviéticos] en el Atlántico oriental entre la costa africana y las Azores". "No sería necesario un desarrollo fuera de la maquinaria de mantenimiento para ponerlo en uso inmediato", precisa el documento.

Los inicios de la Guerra Fría

La Segunda Guerra Mundial había quedado atrás pero la sensación de paz y seguridad se esfumó al momento. La Unión Soviética sustituyó a Alemania como enemigo número 1 y fuente permanente de inestabilidad. De hecho, en esos tiempos comenzaba a gestarse la Guerra Fría. El documento detalla que España, sumida en una profunda crisis y aislada internacionalmente por el régimen dictatorial de Franco, carece de medios militares para controlar las maniobras de la URSS y ejercer como aliado fiable.

Los Grumman son los aviones que más habrían operado en Gando de haberse autorizado la base. Conformaban el escuadrón antisubmarinos de la fuerza área norteamericana. Pero estos planes para el Archipiélago no fructificaron y a lo que más llegaron los estadounidenses fue a montar una estación con hidrófonos (tecnología para localizar barcos y submarinos a través del sonido) en la costa de Puerto Naos, La Palma, en 1963.

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