Comunicado íntegro de la renuncia de Juan José Cardona a su candidatura a presidir el PP de Canarias:

"Tras casi veinte años en los que la presidencia regional del Partido Popular en Canarias ha sido desempeñada por la misma persona, el recién convocado Congreso para elegir un nuevo Presidente autonómico ha culminado en la concurrencia de cuatro afiliados que hemos formalizado nuestras candidaturas.

Esta dinámica, en un primer análisis, la he considerado positiva en tanto que moviliza a los afiliados y genera un debate interno de ideas y propuestas sobre el funcionamiento de nuestra organización política y de la Comunidad Autónoma en la que vivimos que enriquece el proceso electoral y la vida interna del Partido.

Ahora bien, este proceso hay que gestionarlo de manera responsable y no puede significar, en modo alguno, que derive en actitudes de enfrentamientos personales entre compañeros del Partido, dinámicas éstas que tienen como principal resultado un debilitamiento y en algunos casos ruptura de las relaciones personales que, en todos los casos, perjudican gravemente al Partido Popular.

En el sentido apuntado, la Dirección Nacional ha solicitado en el último Congreso Nacional a los candidatos a los congresos territoriales del Partido Popular, que realicen un esfuerzo por integrar candidaturas que haga posible que la unidad del Partido salga reforzada. Nuestro Presidente Nacional Mariano Rajoy y la Secretaria General Mª Dolores de Cospedal han apelado a la responsabilidad que como dirigentes del Partido tenemos para que estos procesos de elección interna no deriven en diferencias personales que muchas veces son difíciles de reconducir, dañando a la organización de forma irremediable.

Así las cosas, en los últimos días se han venido produciendo una serie de enfrentamientos entre personas con responsabilidades dentro del partido que más allá de las discrepancias o enfoques diferentes sobre cómo entender un proceso electoral interno en una organización política, comenzamos a asistir a planteamientos y conductas que han derivado en acusaciones de actitudes abusivas, antidemocráticas o ilegales por parte de destacados dirigentes de la organización. Yo mismo, en el calor de la discusión he podido también elevar el tono de mis declaraciones y en absoluto creo que nada de esto sea positivo para el Partido.

Estoy convencido de que este no puede ser el camino. De continuarlo nos adentraremos peligrosamente en la senda de las descalificaciones, recursos e impugnaciones que nos llevarían a dirimir esta confrontación electoral en instancias extramuros del partido que, de confirmarse, abrirían una brecha insalvable entre miembros de la organización política provocando daños irreparables para el futuro del Partido Popular en Canarias.

Si en los últimos días hemos apelado continuamente a nuestros afiliados como los verdaderos protagonistas de la organización, llegados a este punto estoy seguro de que son ellos los que nos están diciendo que resolvamos nuestras diferencias sin airearlas fuera de casa y nos exigen el comportamiento más responsable, pensando en el Partido Popular por encima de planteamientos personales.

No puedo, ni debo, en consecuencia, contribuir con mis actos a echar gasolina a un fuego que resultaría de difícil extinción. Tampoco debo participar directa o indirectamente en cuestionar la calidad democrática de mi partido pues sería incoherente con las responsabilidades orgánicas e institucionales que he tenido y sigo teniendo en representación del Partido Popular.

Esta situación se revela especialmente dolorosa en el caso de Gran Canaria. En los últimos días he hablado con muchos dirigentes del partido de esta Isla y hemos estado de acuerdo en destacar la importancia del trabajo que el Partido Popular debe realizar en Gran Canaria en los próximos dos años, convencidos del margen de maniobra que tenemos por delante para conseguir en 2019 los mejores resultados electorales posibles y la necesidad de que en ese proceso cerremos filas en torno a un único proyecto. En ese mismo sentido, también hemos convenido que mantener mi candidatura desde esta Isla pondría en riesgo la cohesión del Partido de cara al cumplimiento de dicho objetivo.

Como consecuencia de todo ello, mi responsabilidad como dirigente del Partido Popular de Canarias me lleva al deber de tomar una decisión en relación a mi continuidad como candidato a la Presidencia regional. Si comencé esta declaración señalando que todo proceso electoral debe ser, por su propia naturaleza, bien recibido, hay que saber cuando es necesario, aunque eso implique renunciar a ideas o propuestas propias, apartarse, converger y unir para que, de todo el proceso salga reforzado la organización a la que pertenecemos y queremos: el Partido Popular de Canarias.

Estas son las razones por las que he tomado la decisión de retirar mi candidatura a la Presidencia regional del Partido Popular de Canarias, agradeciendo de corazón a las personas que me han dado su apoyo y al equipo que ha colaborado por el trabajo realizado".

Las Palmas de Gran Canaria, 24 de Febrero de 2017