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La patronal insta al cierre del Servicio Canario de Empleo por inoperante

Manrique de Lara propone su clausura de forma temporal para rediseñar su modelo y dotarlo de mayor eficiencia en la mediación de nuevos contratos

La patronal insta al cierre del Servicio Canario de Empleo por inoperante

Poco útil, ineficiente e inadapta-da a la realidad del mercado laboral. Así define la patronal isleña al Servicio Canario de Empleo (SCE), sobre el que propone abrir un debate para analizar la conveniencia de decretar su cierre temporal e implementar medidas que contribuyan a dotarlo de una mayor tasa de éxito. Durante ese periodo, la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) plantea destinar fondos al rediseño de las estructuras y modelos de la agencia, de un lado, y a la formación del personal, de otro, para dotarla de mayor eficiencia. El director del SCE, Sergio Alonso, rechaza de plano el guante lanzado por la organización empresarial de Las Palmas al considerar inoportuno e innecesario poner en marcha una medida así.

El organismo canario tan solo medió en el 0,8% de los nuevos contratos firmados en el Archipiélago durante 2015, una tasa que sitúa al servicio de las Islas a la cola, junto con Murcia, en la colocación de parados en el marcado laboral. De los 655.800 que se suscribieron durante ese ejercicio, solo 5.400 contaron con el apoyo público, según los datos más actualizados del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra es inferior a la registrada un año antes, cuando la agencia participó en la formalización del 1,5% de nuevos contratos (9.900) de los 637.800 firmados durante ese periodo. Pero el peso de representación es, incluso, el más bajo de los siete años anteriores, siendo 2013 el año que le sigue con menor porcentaje éxito, al registrar un 0,9%. Los ejercicios que presentan el resulto más positivo son 2009 y 2010, con un 2,6% en ambos casos.

En el conjunto del país, la cifra de 2015 asciende al 1,7% del total, siendo Cantabria y Aragón -con un 2,9% y un 2,6%, respectivamente- las comunidades que lideran el ranking. Un año antes, la tasa también fue mayor al alcanzar el 2%.

El presidente de la CCE, Agustín Manrique de Lara, considera "bueno" abrir un debate sobre su eficacia para poder adoptar las medidas que conduzcan a un repunte de su tasa de participación. Y no solo para el SCE, sino también para todas las oficinas públicas. "Están siendo poco útiles con respecto a la estructura y el coste que tienen", por lo que plantea imitar procesos de cierre temporal similares a los que han llevado a cabo ya otros países europeos, según apunta.

Para Manrique de Lara, "no hay un conocimiento profundo" de la dirección que está tomando el mercado laboral, algo que, indica, impide el cruce entre la oferta y la demanda en los servicios públicos. "Y no es una crítica al SCE, sino al sistema en general porque no se ha adaptado a los cambios", insiste. Pero el presidente de la patronal va más allá. La escasa contribución de las oficinas de empleo para facilitar el acceso al trabajo por parte de parados le conduce a asegurar que "nadie va al servicio público esperando encontrar un empleo".

El director del SCE no comparte esta valoración y defiende que las cifras infravaloran su actividad. "No voy a negar la realidad, el porcentaje de intermediación es baja", reconoce, pero aduce que en las estadísticas no se tiene en cuenta la labor de formación que ejerce el organismo autónomo adscrito a la Consejería de Empleo del Ejecutivo regional.

Políticas activas

Alonso sostiene que las políticas activas de empleo elevan el nivel de empleabilidad -capacidad para encontrar y conservar un trabajo- de las personas que están buscando su hueco en el mercado laboral. Expone, en este sentido, que el servicio que dirige destina 40 millones de euros a los parados y otros ochos a los ocupados de fondos procedentes de las arcas nacionales.

Esa labor soterrada para facilitar la consecución de un puesto de trabajo es la que Alonso estima que no se tiene en cuenta. "Fomentamos y promovemos proyectos más complejos", sentencia. Pero la subestimación de la actividad que lleva a cabo de forma diaria el servicio, según señala el propio director del organismo, no termina ahí. Alonso expone que solo se contabiliza el primer contrato que un parado firma con una empresa. Esto es, que si la persona que consigue un trabajo solo permanece tres meses ligado a él por tratarse de un empleo temporal y se incorpora de nuevo a ese mismo puesto cuatro semanas después, solo se suma a la intermediación de la oficina pública canaria en el primer contrato. "Esto ocurre mucho en el sector servicios", subraya, porque es una actividad en la que abunda los contratos temporales. Es decir, la segunda vez que el aspirante logra el empleo es llamado directamente por el empresario, alega, porque ya lo conoce.

Sin embargo, Manrique de Lara apunta a que los servicios públicos de empleo "no tienen responsabilidad en la mejora del mercado laboral", por lo que subraya que el momento idóneo para cerrarlo durante una temporada "es siempre". "Incluso haberlo hecho durante la crisis hubiese sido idóneo", agrega, porque a su juicio existe la necesidad de "rediseñarlos" sin que por ello defienda su desaparición. "Lo que queremos es potenciar la capacidad, estructura, personal e información que tienen", indica. Un punto de vista totalmente opuesto al de Alonso, que entiende que "poner en tela de juicio al Servicio Canario de Empleo es poner en tela de juicio a los órganos que colaboran con él".

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