Las protectoras de animales se concentraron ayer frente al Parlamento de Canarias para protestar contra el maltrato animal que se produce en las Islas. La concentración surge como respuesta a la macroperación policial que destapó la existencia de una red que presuntamente organizaba peleas de perros clandestinas en la Isla. A pesar de que hubo 10 personas detenidas por estos hechos y otros tantos investigados, los animalistas denunciaron que continúan celebrándose peleas.

La presidenta de Asociación de Defensa y Protección de Animales de Canarias (Adepac), Yahaira Thovar, aseguró que ya se está haciendo publicidad de nuevos combates a través de las redes sociales.

"Los políticos tienen que ser más comprometidos, este es un problema social y no tenemos por qué vivir con esta lacra", afirmó.

Esta protectora fue la encargada de dar cobijo a la mayoría de los perros rescatados a raíz de esta operación policial. Thovar criticó que no hayan recibido ningún tipo de ayuda para atenderlos por parte de las administraciones públicas. "El mantenimiento de los animales nos cuesta 500 euros diarios y dentro de poco no se donde voy a meterlos", apuntó.

Los animalistas depositaron velas y flores junto a una improvisada tumba, en memoria de las decenas de perros que han muerto en estos combates. Al mismo tiempo, reclamaron un endurecimiento de la Ley de Protección Animal del Archipiélago que tiene ya 25 años.

La militante del Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma), Amanda Luis, indicó que algunos de los cambios que deberían llevarse a cabo es la creación de una Consejería de Protección Animal, que unificase todos los trámites que deben realizarse cuando se detecta un problema de maltrato animal.

Además, también apuntó que cada isla debería tener un refugio financiado por las instituciones públicas y reclamó más recursos para la esterilización de animales callejeros. También señaló que el Gobierno de Canarias tendría que promover las adopciones a través de los medios de comunicación públicos, así como que se debería prohibir la venta de mascotas. "Cómo es posible que con refugios abarrotados de animales se siga permitiendo su venta", valoró.

La aparición de la alcaldesa de Güímar, Carmen Luisa Castro, provocó momentos de tensión con los animalistas, que le recriminaron que no hubiese actuado antes contra esta red que operaba en el municipio, donde a finales de febrero una intervención policial cogió in fraganti a un grupo de personas mientras celebraban combates de canes en una finca de Hoya La Vieja.

Castro animó a denunciar a cualquiera que crea que ella era conocedora de estos hechos y no había hecho nada para evitarlos. Además, aseguró estar en contra de este tipo de actividades. "Güímar está contra cualquier tipo de maltrato animal", señaló, mientras era increpada por algunos de los participantes de la manifestación que le aseguraban que la celebración de peleas de perros en el municipio "era un secreto a voces".