Antes de fallecer en el segundo accidente de un helicóptero Super Puma del Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR), con base en Gando, el 22 de octubre de 2015, tras ser el único superviviente de otro ocurrido con una aeronave del mismo escuadrón el 19 de marzo de 2014, el sargento grancanario Jhonander Ojeda declaró ante el juez que investiga el primer siniestro el pasado 23 de marzo de 2015. El joven militar afirmó que sus jefes le hicieron firmar un documento en el que decía que cualquier declaración sobre los sucedido tenía que acogerse a lo recogido en el mismo. Jhonander Ojeda interpretó que no tenía que hablar con nadie de lo sucedido salvo ante la Citaam [comisión de investigación de accidentes aéreos] y ante el juez. A preguntas de una letrada respondió que "obviamente no" estaba en condiciones de firmar el documento de confidencialidad pues acababa de suceder el siniestro cuando lo suscribió.

Esta declaración viene a avalar a la realizada por su padre, Francisco Ojeda, el pasado 23 de enero, ante el togado militar que desveló que su hijo le había confesado que firmó un documento "que era como un pacto de silencio, motivo por el que estaba asustado", y que debía atenerse a la versión oficial de lo sucedido: que el Super Puma se estrelló por un fallo de los pilotos, que se desorientaron en un arriesgado ejercicio nocturno al fallar la bengala que debía iluminarles.

Pero, según Francisco Ojeda en su declaración ante el juez, su hijo le confesó que oyó un estruendo un minuto antes de que se produjera el accidente y cayera al mar la aeronave donde fallecieron sus cuatro compañeros. A juicio de Jhonander Ojeda, se pudo producir un fallo en la transmisión o en el rotor de cola, es decir, el fallo pudo ser mecánico. Los familiares de los militares han mantenido la tesis de que estos aparatos estaban obsoletos y volaban en malas condiciones y ahora quieren que se recupere el rotor de cola que sigue en el fondo del mar para conocer "la verdad" de lo ocurrido en el primer accidente.

Búsqueda

El general Javier Salto, entonces Jefe del Mando Aéreo de Canarias y ahora director del Gabinete Técnico de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, tiene que declarar por escrito ante el juez. Le dijo a El País que ese documento no existe, pero los familiares indican que el propio Jhonander Ojeda lo confirmó en su declaración ante el juez, como consta en el acta de su declaración. Además, tampoco se levantó un acta de la explicación del accidente que el sargento grancanario le ofreció a la Citaam sobre el siniestro, ni se sabe exactamente que decía el documento que firmó, pues nadie lo ha encontrado.

Las familias piden que se busque, pues hallarlo es una de las tareas pendientes de la investigación. Otra será recuperar el rotor de cola del helicóptero para comprobar si hubo un fallo mecánico y buscar un perito independiente para que haga un informe sobre las causas del siniestro.