Una de las principales medidas que pondrá en marcha Sanidad para revertir la grave situación de las listas de espera es potenciar las intervenciones quirúrgicas y las pruebas diagnósticas en verano, época en la que lo habitual es cerrar camas y plantas hospitalarias por las restricciones impuestas en anteriores ejercicios para contratar personal. El Servicio Canario de Salud se ha marcado como objetivo incrementar la actividad quirúrgica en los meses de verano, aprovechando la disminución de la presión asistencial o que se dispone de más camas para hospitalizar a los pacientes.
El equipo de Sanidad que dirige el consejero José Manuel Baltar trabaja a marchas forzadas para ultimar el plan integral para reducir las listas de espera, con especial atención en las operaciones que acumulan más de seis meses de demora y que afecta a unas 30.000 personas. Entre las alternativas que se van a poner sobre la mesa está intervenir por la tarde, sobre todo los viernes, los fines de semana y en verano para sacar adelante muchas intervenciones atascadas, no sólo por falta de personal y de medios sino por la saturación de algunos hospitales.
El pasado verano el cierre de camas en los hospitales afectó a más de 300 plazas, según los datos que facilitó la propia Consejería de Sanidad. El exconsejero Jesús Morera dijo en ese momento que respondía a una disminución de la actividad porque hay profesionales que se van de vacaciones y porque algunos de ellos "no son sustituibles". De hecho, el cierre de camas y de plantas hospitalarias en las islas es habitual todos los veranos, lo que siempre provoca las críticas de los sindicatos, trabajadores y usuarios.
Evaluación
Sanidad está terminando de evaluar las necesidades concretas de personal, medios técnicos e infraestructuras para poner en marcha el plan mediante la negociación de programas específicos con cada complejo hospitalario. Una de los principales aspectos que se quiere incentivar en los centros es la cirugía mayor ambulatoria, es decir, intervenciones quirúrgicas que no requieren de una hospitalización superior a las 12 horas con el fin de no ocupar camas por las noches.
Entre las dificultades con las que se está encontrando Sanidad figura la disponibilidad de especialistas para trabajar todo el verano. Un ejemplo son los anestesistas, ya que hay hospitales que tienen problemas para tenerlos disponibles durante todo el periodo veraniego.
La sanidad concertada también es un punto esencial en el que trabaja el Servicio Canario de Salud ante la ineludible necesidad de recurrir a sus servicios por la fuerte demanda existente y la acumulación de pacientes en las listas de espera. Sanidad busca poner al día los conciertos con las clínicas privadas para adaptarlas a la legislación actual de contratos públicos y, posteriormente, sacar a concurso la concertación con niveles de calidad similares a los de la sanidad pública. El nuevo pliego que se elabora para actualizar los contratos con la sanidad privada no estará hasta después del verano, según los cálculos que se han realizado.
Los rectores de Sanidad no dan plazos cerrados para mejorar las cifras alarmantes de las listas de espera, que en todas sus vertientes afecta a unos 100.000 usuarios. El objetivo es que de aquí a final de año mejore el volumen de cara a las cifras que se facilitan a final de año al Ministerio de Sanidad. Sanidad ha establecido un diálogo con los profesionales, sindicatos y representantes de los usuarios para elaborar el plan.
