La Fiscalía no ha encontrado "suficientes elementos acreditativos" para iniciar una causa penal por la atención dispensada a un grupo de 42 inmigrantes llegados hace un año al sur de Gran Canaria en una barquilla tras pasar cinco días en el mar. Uno de ellos falleció tras ser ingresado en el hospital y varios más permanecieron horas tendidos en el garaje de la Comisaría de Policía de Maspalomas tras ser dados de alta en el centro de salud a pesar de la debilidad que presentaban.

El Ministerio Público interesa el sobreseimiento provisional del caso, pero en su escrito, el fiscal delegado del Servicio de Delitos de Odio y Discriminación, José Antonio Díez, no ahorra críticas contra las administraciones.

Los inmigrantes que parecían más débiles en una primera inspección fueron derivados a centros hospitalarios, pero no todos corrieron la misma suerte. Uno de los entregados a la Policía Nacional llegó a sufrir un shock mientras esperaba su traslado tumbado en las cocheras de la comisaría.

Díez Rodríguez afea la inexistencia de un protocolo "suficientemente concreto y eficaz" que dotara de "medios" y de "una guía concreta" a los profesionales que intervinieron en la atención a los recién llegados. Sin embargo, no generaliza y distingue entre quienes actuaron de manera "encomiable" a pesar de las carencias a las que se enfrentaban y otros cuya conducta le resulta "dudosa".

"La ausencia de la identificación y examen médico inicial de todos, la falta de alojamiento adecuado a su situación física y de salud, quedando tumbados en la cochera de la comisaría de policía, las horas de espera ante el centro de salud en un furgón al sol", amén del apilamiento en el garaje, entre otras circunstancias, "son ineficacias del Servicio Canario de la Salud (SCS) y de la Policía Nacional", sostiene el fiscal. A pesar de conceder que ese mal funcionamiento se puede "considerar propio de una situación de desbordamiento de los medios y recursos" de ambas instituciones, el Ministerio Fiscal no las puede "considerar justificadas en el presente caso".

Argumenta Díez que pasó el suficiente tiempo desde que se localizó la barquilla hasta que tocó tierra como para evitar "si no dilaciones y demoras, sí la denegación de facto de una mínima atención médica inicial a todos". Se podía haber preparado un operativo y no se hizo.

Lamenta el fiscal que se reiteren estas carencias en el trato a quienes pasan en el mar varias jornadas privados de alimentos y bebida cuando se sabe que el sur de Gran Canaria es un punto en el que se han recibido barquillas procedentes de las costas africanas ocupadas por personas con los lógicos problemas de salud derivados de la travesía.

"Y más aún", relata Díez Rodríguez, "cuando menos de un año y medio antes" ya se pudo ver la descoordinación entre el SCS y la Policía Nacional en el caso de otro grupo de inmigrantes que pasaron horas "a pleno sol" y fueron trasladados en la caja del camión del Servicio de Limpieza.