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El nuevo plan de acoso escolar vigilará a los menores fuera de los colegios

Educación activará un programa integral contra el 'bullying' en el próximo curso escolar con los ayuntamientos y cabildos y la contratación de educadores sociales

Fernando Clavijo y Soledad Monzón en la inauguración del curso escolar. G. FUSELLI

El Gobierno canario prepara un plan contra el acoso escolar que va más allá de las puertas de los centros de enseñanza. Prevé una intervención integral con los dispositivos sociales de los ayuntamientos y cabildos, con el fin de poder controlar y prevenir la violencia infantil y juvenil dentro y fuera de los colegios. En el interior de los centros se están acometiendo múltiples medidas para actuar contra los casos de bullying , pero "es insuficiente, porque hay mucha violencia que se está produciendo en el exterior de los colegios", explica la consejera de Educación, Soledad Monzón. "Y de nada sirve poner muchas medidas en el horario escolar si después nos olvidamos de lo que sucede fuera", recalca.

Ante ello, el Ejecutivo de Fernando Clavijo pondrá en marcha en el próximo curso un plan integral para combatir la violencia infanto-juvenil, con la incorporación de educadores sociales en los centros, que además extenderán su labor fuera de los colegios, así como la creación del Observatorio para la convivencia escolar. Los colegios carecen de educadores sociales, por lo que un primer paso es la contratación de estos profesionales. Educación cifra en torno a seis millones de euros el coste de esta primera fase del plan, que aún se ha de elaborar con más medidas.

El proyecto contra el acoso escolar para 2017-2018 se vertebrará a través de la puesta en marcha de experiencias pilotos en centros de cada Isla, eligiendo realidades territoriales y sociales distintas de cara a dar mayor validez y eficacia al programa, e incorporando a estos educadores sociales de modo que puedan encargarse de llevar a cabo el trabajo de prevención, intervención y afrontar la agresividad infanto-juvenil en el centro educativo, en la comunidad y en el territorio donde está inserto, con la colaboración de los ayuntamientos y cabildos para conocer la realidad social en la que viven las familias tanto con menores que sufren el maltrato como de quienes lo imparten. Además controlarán el absentismo escolar y las causas.

Con ello también se descarga al profesorado, aunque se seguirán formando en cursos para prevenir y evitar el bullying , y en los centros continuarán con los planes de convivencia o los de orientación a las familias.

El servicio de prevención y ayuda contra el acoso escolar recibió el curso pasado 191 casos informados, de los que 66 se convirtieron en casos confirmados. El resto se consideró de otro tipo de alteraciones de la convivencia. El servicio de atención telefónica se puso en marcha por la Administración educativa en 2006, con la intención de dar información y orientación a quien recurra al número ante un posible caso de acoso escolar. Los profesionales del servicio detectan en la llamada los indicadores que puedan apuntar a que el caso es verídico y activan el protocolo de acoso escolar.

El total de llamadas del servicio superó las 5.000, aunque se incluyen las de coordinación con el servicio de convivencia de la Consejería, las de solicitudes de información o, entre otras, las necesarias para resolver cada caso. Este servicio integra también la atención de un grupo de psicólogos expertos en los centros escolares ante situaciones de acoso, así como charlas de prevención y sensibilización sobre bullying .

Pero lo primero que va a hacer el Gobierno es elaborar el plan integral con la creación de un equipo interdisciplinar (sociología, psicología, educación social, magisterio o trabajo social) que trabajará de forma participativa implicando a las asociaciones, corporaciones insulares y locales, universidades, sindicatos, partidos, empresas, colegios profesionales o expertos externos, con el objeto de establecer las medidas a poner en marcha y su ficha financiera, de forma que cada organización sepa lo que hay que hacer de forma integrada.

Y por otro lado se crea el Observatorio, señala Monzón, que estará compuesto por expertos que elaborarán los modelos de convivencia, el uso de protocolos para gestionar los conflictos de acoso escolar o un sistema de recogida y análisis de la información para conocer si funcionan bien las medidas puestas en marcha.

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