En Estrasburgo, ante autoridades de toda la Unión, la presidenta del Parlamento de Canarias, Carolina Darias, instó ayer a buscar respuestas "con recursos, sensibilización, determinación y actuación en origen" a la desafío de los movimientos migratorios. En su intervención de la 32a sesión del Congreso de Autoridades Locales y Regionales del Consejo de Europa, donde acudió como invitada para exponer cómo se enfrentó Canarias a la crisis de las pateras hace ahora una década, Darias reclamó "políticas globales y al servicio de la gente".

Si algo aprendió el Archipiélago canario de aquella experiencia, señaló, es que "las personas no son nunca el problema, dado que casi siempre son víctimas de una situación que otros han creado"; que "salvar vidas debe tener prioridad sobre la gestión de las fronteras"; que la situación que se había creado en Canarias "era la consecuencia local de un problema global llamado desigualdad, violencia o conculcación de derechos" en los países de origen; que no había "una respuesta única", sino distintos niveles de actuación que requerían acciones específicas; y que era fundamental "crear un modelo de actuación compartida entre las administraciones públicas y la iniciativa privada", pues ningún agente disponía, él solo, de los recursos necesarios.

La presidenta de la Cámara autonómica participó en la mesa redonda sobre Regiones fronterizas frente a los flujos migratorios y ahí subrayó que en la actualidad, como ya sucedió en el pasado, los países "vuelven a ir a remolque de la pauta dictada por los flujos migratorios".

En Canarias, aseveró, "comprendimos que ya no valían las medidas aisladas, sino que era necesario abordar las actuaciones como un asunto de Estado, con la implicación de los gobiernos de Canarias y España, con un liderazgo comprometido y lo más importante, contando con la implicación de Europa".

A juicio de Carolina Darias, si el siglo XX fue el de la revolución tecnológica, "el XXI es el del hecho migratorio".

"Y va a ir a más, porque las desigualdades no paran de crecer", apuntó. Contra esa tendencia, "ya hemos aprendido la necesidad de una implicación conjunta de Europa y sus regiones".