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Un vuelo con más peligro que Aznar

Felipe González sufrió un incidente en un viaje privado que le obligó a regresar al aeropuerto grancanario por una despresurización

Manuel Campo Vidal flanqueado por Felipe González, a la izquierda, y José María Aznar, en el primer debate electoral televisado en España, en 1993. LP / DLP

La noche previa al primer debate electoral televisado en España, celebrado el 24 de mayo de 1993, Felipe González, entonces presidente del Gobierno, estuvo a punto de morir en un vuelo privado que lo trasladaba desde Canarias, donde había hecho campaña, a Madrid. El avión en el que regresaba a la capital española, tras haber estado durante todo el día en Tenerife y Gran Canaria, sufrió una despresurización en torno a los veinte o treinta minutos de vuelo. Habían despegado del aeropuerto de Gando y una de las puertas de la cabina no estaba bien cerrada, por lo que tuvieron que regresar volando a baja altura, casi planeando, durante media hora hasta llegar al aeródromo grancanario. Hubo que enviar a toda velocidad otro avión privado desde Madrid y el presidente llegó sobre las cuatro de la madrugada. No pudo descansar bien.

Felipe González entró al día siguiente desconcentrado y salió desconcertado del debate contra el aspirante del principal partido de la oposición, José María Aznar, moderado por el periodista Manuel Campo Vidal, en Antena3.

Contra todo pronóstico, Aznar venció en aquella primera contienda, a la que González acudió sin prepararse, confiado en su talento, mientras que su rival se entrenó a conciencia, con mensajes cortos y certeros. Nadie supo del incidente aéreo hasta que, en 2008, el propio Campo Vidal lo desveló en una entrevista, y lo ha vuelto a contar ahora en la presentación de su nuevo libro La cara oculta de los debates electorales.

¿Influyó el percance del avión en que Aznar derrotara a González ante las cámaras? Quizás no fuera la causa en sí, pero pudo ser uno de los motivos pues, según Campo Vidal, el escolta que viajaba con el presidente socialista en la aeronave le dijo: "Yo no sé como mi jefe pudo hablar al día siguiente, porque yo estuve una semana sin hacerlo".

De hecho, siete días después del incidente, el 31 de mayo de 1993, se produjo un segundo debate en Telecinco, con Luis Mariñas al frente, donde Felipe González sí venció esta vez a Aznar, y ganó, de nuevo, las elecciones.

Manuel Campo Vidal cree que el contratiempo aéreo pudo afectar al líder socialista, aunque también que no se preparara como debía el debate. "Era un género periodístico y político nuevo", expone, y aunque González era el "más completo desde el punto de vista de la comunicación no consiguió entrar en el formato de ese primer debate".

El caso es que el percance no trascendió porque "estaban en campaña electoral, fue un accidente que ocurrió de madrugada y nadie tuvo interés en difundirlo", evoca. Además, considera que Felipe González prefirió callarlo porque quizás hubiera sido "malinterpretado, como una excusa", por haber perdido el debate contra Aznar.

El periodista se enteró seis meses después, porque lo leyó en un libro "de un señor, que prefiero no decir su nombre, que escribió sobre los dos debates entre González y Aznar sin hablar conmigo ni con Mariñas ni con los realizadores y estaba casi todo mal, pero daba ese dato nuevo", que sí era correcto, pues rápidamente Campo Vidal lo contrastó. Quince años tuvieron que pasar para que el periodista lo contara por primera vez públicamente, en una entrevista en el programa La Ventana, de la Cadena Ser.

Quince años de silencio

¿Por qué? "Lo comento en 2008 porque no habíamos tenido la oportunidad de hablar de debates, pues desgraciadamente después del 93 hay quince años de silencio en torno a los debates, y aunque se intentan no se consiguen", explica. "Aznar decidió que no hacía debates en el 96 porque las encuestas le eran muy favorables, y en el 2000, siendo presidente, por lo mismo, y tenía razón pues sacó mayoría absoluta; en 2004 le recomendó a Rajoy que no hiciera el debate con Zapatero aunque años después Rajoy entendió que había sido un error porque hubiera reforzado su liderazgo", razona.

Al finalizar el primer mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, con Mariano Rajoy como interlocutor, se reanudaron los debates que se produjeron el 25 de febrero y el 3 de marzo de 2008, auspiciados por la Academia de las Ciencia y Artes de Televisión, con su presidente, Manuel Campo Vidal, como moderador. Tuvo 13 millones de espectadores, "y eso solo sucede en una final del Mundial y jugando España", evoca el periodista.

De ahí que recordara entonces la anécdota aérea de González al regresar de Canarias años antes. Por cierto, Rajoy ha sufrido nada menos que tres percances aéreos, lo que le ha costado la fama de gafe.

Campo Vidal desentraña en su libro cómo fueron esos debates y la importancia de este género para los ciudadanos, donde pueden ver "a los que quieren gobernarles en situaciones de tensión", sin más guión que un orden pactado de temas y ante un moderador neutral, por lo que "puede pasar de todo". Aunque la experiencia le ha demostrado que se ponen más tensos los asesores que sus jefes, al intentar controlar hasta el mínimo detalle. En el primer debate entre González y Aznar se levantó hasta un acta notarial.

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