Casimiro Curbelo enfilará en unas pocas semanas el camino del banquillo de los acusados. El presidente del Cabildo de La Gomera y diputado regional de la Asociación Socialista Gomera (ASG) no ha podido eludir finalmente una imputación efectiva y con todas sus consecuencias en relación con el altercado que protagonizó en un club de alterne de Madrid, y posterior enfrentamiento con tres policías en junio de 2011, cuando era senador del PSOE. Tras una largo procedimiento y una compleja instrucción, la sala Segunda del Tribunal Supremo acordó ayer abrir juicio oral al político gomero al considerar que los hechos recogidos por el fiscal en su escrito de acusación pudieran ser constitutivos de un delito de resistencia a la autoridad, y de una falta leve de lesiones en la persona de uno de los agentes a los que se enfrentó.

El incidente, que dio origen al denominado caso Gola, por el nombre del club-sauna donde se inició, fue el comienzo de la salida de Curbelo del que fue su partido durante su carrera política hasta entonces.

El magistrado instructor de la causa, Luciano Varela, resalta en el auto fechado el pasado día 15 y dado a conocer ayer que el acusado tiene ahora diez días para presentar un escrito de defensa, pero que contra la resolución no cabe recurso alguno, al tiempo que aclara que no proceden medidas cautelares dado que no han sido solicitadas por la acusación.

Fuentes del Tribunal Supremo señalan que el procedimiento hasta la apertura del juicio se demorará aún varias semanas. Tras conocer el escrito de defensa del acusado, la Sala dictará un nuevo auto sobre admisión de pruebas y pondrá fecha al juicio propiamente dicho, que podría retrasarse al menos hasta bien entrado el mes de mayo.

La decisión del Supremo para abrir juicio a Curbelo da continuidad al auto del pasado 21 de febrero en el que se daba por concluida la instrucción e instaba a las partes a que se pronunciaran sobre la apertura de juicio, el sobreseimiento de la causa o la apertura de diligencias complementarias. Tras ese auto, las dos acusaciones particulares por parte de los agentes a los que se enfrentó Curbelo decidieron no continuar con el proceso; tampoco continúa la representada por el Abogado del Estado.

El escrito del fiscal, sin embargo, mantiene la acusación en todos sus términos. Este insiste en que Curbelo, en compañía de dos personas, en referencia a su hijo, Casimiro Aday Curbelo, que entonces tenía 26 años, y un amigo de éste, se dirigió a tres policías en la madrugada del 14 de julio de 2011 en las proximidades de una comisaría existente en los Bajos de Azca y "requirió su auxilio para que les acompañaran al establecimiento Gola, de donde habían sido expulsados a raíz de un incidente que habían protagonizado anteriormente". Según la acusación del fiscal, cuando los policías le explicaron los pasos que debían seguir para presentar la denuncia, el hijo del entonces senador insultó y empujó a uno de los agentes, por lo que éstos procedieron a su detención.

"Terroristas y borrachos"

Curbelo, según el fiscal, se dirigió entonces a los funcionarios de policía manifestando que era senador y pronunciando expresiones como "sois unos terroristas", "unos borrachos", "no sabéis con quién estáis tratando" y "voy a ir uno por uno de vosotros, voy a acabar con vuestras carreras", golpeando posteriormente con su mano a uno de los agentes, acción por la que también fue detenido.

El escrito explica que "una vez en el interior de las dependencias policiales se abalanzó sobre el mismo agente, causándole lesiones consistentes en eritema en región anterior de ambos brazos, en región latero-cervical anterior izquierda y en dorso de mano izquierda, que curaron tras una primera asistencia sin necesidad de tratamiento médico".

Previamente al incidente con la policía, Curbelo y sus dos acompañantes habían protagonizado un altercado en el club-sauna Gola. Según declararon en su momento durante la instrucción los testigos del local, fue precisamente el hijo de Curbelo quien, en evidente estado de embriaguez, inició una discusión con otros clientes y las chicas que trabajaban en él, en una actitud que calificaron de "agresiva y chulesca", y que el senador se sumó luego al rifirrafe hasta que ambos y la persona que les acompañaba fueron expulsados del club.

Durante toda la instrucción, el político gomero siempre ha negado los hechos e incluso llegó a presentar él mismo una denuncia contra los policías por abuso de autoridad.

Este incidente está en el origen de su distanciamiento y posterior salida del PSOE. Tras dimitir de su escaño en la Cámara Alta, la dirección federal socialista vetó su presentación de nuevo como candidato al Cabildo de La Gomera en 2015, a lo que él respondió activando su propio partido. Bajo las siglas de ASG, ocupa ahora uno de los tres escaños que la formación logró en el Parlamento de Canarias, así como la presidencia de la corporación insular de La Gomera, que gobierna con mayoría absoluta.

El procedimiento que concluirá con el juicio oral ordenado ayer por el Supremo ha tenido una compleja instrucción ya que pasó por varios tribunales en función de la condición política de Curbelo y de las distintas circunstancias de la causa. Inicialmente se ocupó el propio Supremo, pero pasó al Juzgado número 37 de Madrid cuando Curbelo dejo de ser senador el 19 de julio de ese mismo año. La Sala Segunda del Alto Tribunal asumió la competencia el pasado 18 de noviembre tras recibir una exposición razonada del tribunal originario en relación con la condición de aforado de Curbelo en su calidad de diputado autonómico de Canarias, y por tratarse de hechos ocurridos fuera de la Comunidad Autónoma, razón por la que el procedimiento no ha pasado al Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Entre medias, cuando las diligencias todavía estaban en manos de la competencia de los juzgados ordinarios, la Audiencia de Madrid anuló el auto de 2013 que daba por terminada la instrucción y preparaba el caso para el correspondiente juicio oral.