En una sesión plenaria que no fue especialmente brusca, sino más bien de guante blanco, acaso el tema que más controversia generó ayer en el Parlamento de Canarias, aunque no precisamente en el salón de plenos, fue el de los dos grandes lienzos que custodian a la Mesa de la Cámara. Las dos pinturas fueron motivo de debate, o más exactamente de chascarrillos, en los pasillos de la institución, donde sumaron mayoría quienes defienden el valor artístico e histórico de las obras de Manuel González Méndez frente a quienes les atribuyen una pretendida apología del sometimiento de los pueblos -en uno de los lienzos se ve cómo unos aborígenes entregan a una joven a los conquistadores- e incluso del desprecio a la mujer, visión esta que han compartido públicamente desde el expresidente Lorenzo Olarte hasta el diputado autonómico Mario Cabrera.
Pero aunque la controversia ha vuelto a la luz en los últimos días, lo cierto es que hace ya un año que la presidenta del Parlamento, Carolina Darias, encargó a la Real Academia de Bellas Artes de Tenerife la redacción de un informe al respecto, un informe que, tal como avanzó ayer la propia Darias, "fue claro y diáfano y viene a decir que [las pinturas] son del romanticismo tardío, representan un momento histórico y aluden al diálogo y entendimiento de los pueblos". En consecuencia, y paradójicamente, los expertos de la institución artística revelaron una representación, la del entendimiento entre pueblos, que choca frontalmente con la opinión de los detractores de las dos obras, que justamente hablan de "sometimiento". Sea como sea, Carolina Darias, que pidió "rigor, información y criterio", adelantó que si se registrara una nueva petición en relación con las obras de González Méndez, volverá a "pedir información a quien sabe". "Buscaremos información sólida de quienes saben para después consensuar", enfatizó.
De momento, los lienzos no solo no se han cubierto, sino que incluso están más presentes que nunca.
