El Salón Palmeras del Hotel Santa Catalina estaba a reventar. Más de 200 personas acudieron ayer al Foro LA PROVINCIA / DLP con motivo de la conferencia Canarias, la hora de la conectividad, a cargo del vicepresidente y consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno canario. Un aforo lleno, con dirigentes de todos los partidos, cargos públicos y empresarios, en la primera gran presentación oficial de Pablo Rodríguez que, con 35 años, lleva la política en las venas.
Así lo recordó el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios, Agustín Manrique de Lara, que resumió su trayectoria y evocó que el vicepresidente fue un buen estudiante y un gran aficionado al fútbol desde pequeño, deporte que le fomentó su padre, el exconcejal de Cultura y Urbanismo de Telde, Juan Rodríguez, que falleció en abril de 2011.
"El Barça perdió un futbolista y Gran Canaria ganó un político", afirmó el representante de la patronal de Las Palmas, que compartió momentos importantes en su vida profesional con Juan Rodríguez, con quien se inició en el movimiento empresarial en los años 90 y que "estará feliz" al ver que su hijo colgó las botas para ocupar, 20 años más tarde que él, la misma concejalía en Telde, de 2011 a 2015.
Sus palabras emocionaron al titular de Obras Públicas al inicio de su intervención, en la que hizo balance de sus cien primeros días en el Ejecutivo regional y ya en el turno de preguntas se movió con más desparpajo en el regate corto.
"Ha tenido valor torero y se ha creado quizás algún enemigo", valoró el presidente del Grupo San Roque, Mario Rodríguez, que se mostró "gratamente sorprendido" tras oír la charla y remarcó que "tiene proyectos muy interesantes, otra cosa es que le dejen" ejecutarlos.
Pablo Rodríguez también convenció al expresidente del Círculo de Empresarios de Gran Canaria Germán Suárez, que quedó "impresionado en positivo". "Tiene futuro político", opinó. De igual modo, el presidente de la Federación de Empresarios del Transporte, Agustín Espino Flores, se deshizo en elogios hacia su amigo y confía en él para sacar adelante soluciones estratégicas en favor del sector, al tiempo que resaltó que Pablo Rodríguez haya decidido retomar el Eje Transinsular de Infraestructuras y Transportes, ideado por el Gobierno del presidente Adán Martín en la primera década de este siglo. Una iniciativa que "une Canarias, pero que quedó paralizada por la crisis", alegó Espino.
Además de los numerosos empresarios del transporte, asistieron directivos de la locomotora turística, como el presidente de honor de la patronal de Las Palmas, Fernando Fraile, y el presidente de la Asociación de Empresarios Extrahoteleros, Tom Smulders. También profesionales de la ingeniería y arquitectura y constructoras.
Asimismo, entre los presentes, políticos de todo signo. Destacó la presencia de bastantes alcaldes, entre ellos los de Valsequillo, Tejeda, Moya, Mogán, San Bartolomé de Tirajana, Firgas, Gáldar y Telde; el primer teniente de alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste, y el exalcalde de la capital Juan José Cardona (PP).
Del Cabildo de Gran Canaria, el vicepresidente y consejero de Gobierno de Obras Públicas Ángel Víctor Torres (PSOE), y la consejera de Política Territorial, Inés Miranda (NC), así como Felipe Afonso (PP) y José Miguel Bravo de Laguna (Unidos por Gran Canaria).
Arropado por los consejeros de Sanidad, Hacienda y Turismo del Gobierno canario, José Manuel Baltar, Rosa Dávila y María Teresa Lorenzo, respectivamente, el vicepresidente defendió varias veces que él es de una generación distinta, a la que no le gustan las comparaciones. Aunque reivindicó su condición de grancanario se cuidó mucho de salvaguardar el equilibrio entre las islas. Por eso, cuando le preguntaron en diversas ocasiones, con retranca, acerca de su opinión sobre el retroceso económico de Gran Canaria frente a la pujanza de Tenerife lamentó que en la isla redonda "nos hemos pasado durante décadas buscando excusas en enemigos externos, en una isla contra otra", por lo que apeló a hacer un ejercicio de autocrítica y plantear "una proyecto claro" para Gran Canaria. Eso sí, "tampoco tenemos que autofustigarnos", apuntó con sorna el dirigente nacionalista, que confirmó su intención de optar a la Secretaría General de CC en esta isla, en sustitución de Fernando Bañolas.
Tiene ganas, ilusión y fuerza para afrontar el reto de resucitar la organización en Gran Canaria, tarea para la que cuenta ya con el respaldo de la senadora María del Mar Julios, que ayer subrayó el esfuerzo y la trayectoria de Rodríguez, quien, a su juicio, "tiene un gran futuro político y eso enorgullece a CC de Gran Canaria".
¿Es posible la confluencia del nacionalismo? Depende. Si la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, fuera la presidenta de Nueva Canarias (NC), y el regidor de Gáldar, Teodoro Sosa, el vicepresidente, "seguro". La broma de Pablo Rodríguez provocó la carcajada general.
Y es que se entiende bien con Carmen Hernández, con quien CC gobierna en Telde. De hecho, la mayoría de concejales que integran la alianza fueron ayer al evento. Pero, para "ser honesto", Pablo Rodríguez ve "muy difícil" la fusión de ambas siglas nacionalistas.
"Una lástima", manifestó el importador Sebastián Grisaleña, que subrayó que la foto conjunta de las dos formaciones "daría mucha más fuerza" a Canarias en Madrid.
