La pérdida de poder adquisitivo de pensionistas y trabajadores públicos, los fondos para políticas de empleo, la educación y la desalación de aguas fueron las balas disparadas ayer por el grupo Socialista en el Parlamento de Canarias para rebajar la euforia del Gobierno que preside Clavijo ante el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2017. "¿Por qué se empeñan en decir que son malos para las Islas?", preguntó el consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad, José Miguel Barragán, a la bancada que preside Patricia Hernández.
Por contra, con matices y sin esconder del todo el palo para mostrarlo entre tanta zanahoria, el Partido Popular (PP), con Asier Antona a la cabeza, se sumó al criterio positivo del Ejecutivo en minoría de Coalición Canaria (CC). Difícil que fuera de otra manera teniendo en cuenta que es uno de los suyos, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien ha hecho "los mejores números de la última década", en palabras del propio Antona.
La pasada de frenada fue detectada por el portavoz socialista, Iñaki Lavandera, quien aprovechó para recordar que en 2011, con José Luis Rodríguez Zapatero al frente de España, llegó más dinero "para inversión" al Archipiélago.
En el debate se coló no sin intención el grupo Mixto. De hecho fue el portavoz de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), Casimiro Curbelo quien abrió la espita de las alabanzas al presupuesto estatal al que ya ha comprometido su apoyo la única diputada nacional de CC, Ana Oramas. "El avance de los PGE de 2017 no tiene precedentes", afirmó el presidente regional, Fernando Clavijo, lo que sirvió a Curbelo para mostrar su desconcierto ante la oposición "del resto de los grupos", en alusión a socialistas, Podemos y Nueva Canarias (NC).
El portavoz de esta última formación, Román Rodríguez, no se sumó a este debate. Ni siquiera cuando tanto Antona como el también popular Miguel Jorge Blanco le incitaron a ello. El primero para señalar lo "difícil" que le han puesto decir no a estas cuentas y el segundo para recomendarle que dejen de hacerse los "remolones" y den luz verde al proyecto. Pedro Quevedo (NC) es el único diputado de los nacionalistas de izquierdas en Madrid y su voto bastaría para que España tenga presupuesto para este año.
La socialista Patricia Hernández afeó a Clavijo el aplauso a unos números "que empobrecen a los pensionistas", ya que ensoleran una revalorización de sus retribuciones de un 0,25% mientras que el aumento de precios podría llegar hasta el 3%. "Usted se ha convertido en un lacayo de los recortes para mantener el sillón de la Presidencia", le espetó.
Por su parte, el jefe del Ejecutivo rebajó esa expectativa de crecimiento de la inflación a la mitad y señaló que el déficit que padece la Seguridad Social, caja de la que salen las pensiones, "se corrige creando más empleo", estrategia en la que se confesó inmerso.
