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Entrevista

"Nunca hemos estado más cerca que ahora de regular el cannabis"

"Toda la presión que se hace desde las regiones para rodear el Congreso apoya la estrategia nacional", destaca Bernardo Soriano

Bernardo Soriano, ayer, en la capital grancanaria. TONY HERNÁNDEZ

¿La regulación del cannabis terminará con el tráfico ilegal?

Limitar el potencial de las redes ilícitas es uno de los objetivos de regular el cannabis. Pero aunque haya una regulación, seguramente habrá gente que quede fuera de ella. Los propios menores, que tampoco tendrán acceso en un sistema regulado, seguirán consumiendo cannabis y será una de las cosas que más haya que perseguir. Pero claro, esas redes ilícitas están ahí para abastecer esa demanda.

Por lo que tiene que estar claro la diferencia entre regular y legalizar, ¿no?

Legalizar significa liberalizar, que no haya ningún tipo de control y sería como los tomates. El cannabis es una sustancia que tiene efectos psicoactivos y hay que conocerlos. Por eso hay que regularlo debidamente, como otras sustancias de abuso como el alcohol o el tabaco.

Hace poco se creó una subcomisión en el Congreso para abordar su regulación. ¿En qué punto se encuentra? ¿Hay más iniciativas en este sentido?

No solo se ha presentado una proposición no de ley (PNL) que parte del Observatorio Español de Cannabis Medicinal y Ciudadanos y que ha cristalizado en una subcomisión de Sanidad. También hay otra tres PNL de Esquerra Republicana, Podemos y el PSOE que van por la comisión mixta de drogas. Además, hay una iniciativa legislativa popular que parte de la sociedad civil para solicitar una recogida de medio millón de firmas y que empezará en breve. En ella se incluye la regulación de los autocultivos de los clubes sociales cannábicos.

¿No sería mejor aunar todas las iniciativas en una?

La estrategia de nuestra plataforma fue ponernos en contacto con todos los partidos. Les ofrecimos un texto, que fue el que finalmente presentó Podemos, e intentamos que esto se llevara de una forma transversal. La política sobre el cannabis tiene que ser una cuestión de Estado y para que tenga permanencia tiene que ser consensuada. Los tres piden lo mismo y la mesa de la comisión mixta de drogas tiene la capacidad de transaccionar las distintas proposiciones no de ley que versen sobre lo mismo.

En Canarias se registró esta semana una PNL apoyada por todos los partidos parlamentarios salvo por el PP para impulsar su regulación. ¿Hasta dónde llega la labor de presión de las comunidades?

La estrategia es rodear el Congreso desde las distintas autonomías. El mismo día que presentaron la iniciativa en las Islas se hizo lo propio en Extremadura. Un mes antes se presentó en Cantabria, el Parlamento vasco lo aprobó hace dos años, y ya hay procesos iniciados en Baleares o Madrid. Toda esa presión que rodea el Congreso apoya la estrategia nacional de abrir la ponencia, es complementario.

¿Existe voluntad política real o solo es un canto de sirena?

Nunca se han dado pasos tan sólidos en toda la historia de la democracia. Ha habido un par de amagos, pero han sido muy anecdóticos porque partían de formaciones que no tenían una representación parlamentaria amplia. Ahora estamos hablando de casi 190 diputados que piden que se regule. Podemos y Ciudadanos lo lleva en su programa y el PSOE se muestra a favor. ¿Hay que ser optimistas? Sí, porque nunca hemos estado en mejor situación. Quizás la presión social hace que la clase política vea que es importante y que hay que tratarlo ya.

¿Se trata de copiar modelos ya implantados en otros países pioneros en esta materia?

La cuestión es que España es pionera en esta materia. Tenemos una propuesta de regulación integral porque una parcial dejaría a muchos usuarios fuera que seguirían acudiendo a los antiguos circuitos. Nuestra propuesta incluye el autocultivo, los clubes cannábicos, el comercio con licencia en escalones (producción, manufactura y venta), unas políticas de educación para el consumo responsable, y el acceso al cannabis medicinal.

¿Existe mucha división en el ámbito científico sobre su uso terapéutico?

Cada vez hay más certeza y más unión en que los efectos terapéuticos del cannabis son evidentes. No se puede limitar el acceso al cannabis a personas que lo usan para su propio beneficio y buscar su bienestar solo por el hecho de que no haya una evidencia clínica. Hay demasiados testimonios y muchos doctores que están de acuerdo sobre sus efectos positivos.

¿Hasta ahora las políticas han estado orientadas hacia la criminalización?

Desde luego. Desde que hace 60 años se iniciara la guerra contra la prohibición del cannabis, al usuario se le tiene en algunos lugares como delincuente y en otros como enfermo. Esto carece totalmente de sentido, porque la evidencia científica ha demostrado que hay otras drogas de abusos legales que son bastantes más nocivas. Esa estigmatización de los usuarios ha venido derivada de un proceso muy largo, donde los intereses económicos fueron los que motivaron esa persecución y lucha contra las drogas.

¿Qué impacto económico tendría su regulación?

No hay ningún estudio de impacto socioeconómico preciso, pero hemos extrapolado datos de otros mercados regulados adaptándolos a la situación demográfica española. Calculamos que solo en impuestos indirectos se podría recaudar unos 1.200 millones de euros y también se generaría empleo. España está en el top 3 del mundo en empresas relacionadas con el cannabis, pero estamos en una situación jurídica de total alegalidad y, en algunos casos, de ilegalidad.

¿Afloraría economía sumergida?

Imagínese la cantidad de nuevas empresas o expansión de las existentes que se podría dar si fuera legal. Hay mucha gente que trabaja de forma clandestina en esto. Una regulación dotaría de derechos y obligaciones a estas personas.

Canarias, con 120 clubes, ¿es una de las regiones con mayor implantación?

Será la segunda o la tercera. Barcelona es la primera y Canarias estará igualada con Madrid.

¿Por qué?

Madrid y Barcelona porque son grandes ciudades y Canarias porque es un paraíso donde hay mucho turismo. Eso ha hecho que sea un lugar ideal para este tipo de asociaciones. El que esté fragmentada en tantas islas también fomenta que haya bastantes clubes.

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