La Consejería de Seguridad prevé aumentar la plantilla de la Policía Canaria en 200 efectivos en cuatro años y distribuirlos por las islas no capitalinas, que hoy en día carecen de agentes de este cuerpo, además de reforzar las bases que se encuentran en Tenerife y Gran Canaria. El coste de esta propuesta, que elabora la Dirección General de Seguridad y Emergencias, ascenderá a unos ocho millones de euros -dos millones anuales-. El presupuesto actual en personal, 84 policías, es de 3,2 millones.

Con esta nueva dotación se llegaría a los 300 agentes, objetivo original proyectado cuando se creó la Policía Canaria en 2008 y que se tuvo que modificar por la crisis estableciéndose que, al menos, debía contar con un centenar de representantes. Esta última meta tampoco se ha cumplido pues tiene 41 agentes en Tenerife y 43 en Gran Canaria, aunque este año se propone abrir la oferta pública de empleo con 20 nuevas plazas para llegar a los 104 efectivos.

La directora general de Seguridad y Emergencias, Nazaret Díaz, explica que la propuesta para cubrir la totalidad de la plantilla inicial en cuatro años, a partir del próximo ejercicio, se llevará en unos meses al Consejo de Gobierno. El Ejecutivo tiene, por tanto, la intención de ir consolidando el cuerpo y extender sus funciones, entre ellas la colaboración con los ayuntamientos en materia de apoyo a la celebración de eventos, a las islas no capitalinas, objetivo que ayer recibió el apoyo unánime de todos los grupos paralmentarios, incluso del PSOE y del PP, que en su momento consideraron innecesaria la creación de este cuerpo y defendieron que, en todo caso, se debían aumentar las dotaciones de los ya existentes.

Los diputados no sólo pidieron que se aumente la plantilla para que pueda acometer con "eficacia y eficiencia" los servicios que tiene asumidos por Ley, sino que se vuelva a poner en marcha la Academia Canaria de Seguridad, petición a la que la consejera del área, Nieves Lady Barreto, contestó en comisión parlamentaria que no se ha dejado de dar formación.

Según Nazaret Díaz, los 50 agentes anuales, a partir del próximo año hasta el 2021, realizarán numerosas funciones pendientes de desarrollar. Expuso que la Policía Canaria se erige en una herramienta al servicio de la Comunidad Autónoma y de todas las áreas que requieren sus labores de inspección, incluso la Fiscalía.

El año pasado realizó 9.200 intervenciones y 2.000 servicios de los 14.000 solicitados por los ayuntamientos, además de 4.000 relacionados con menores y 880 con el absentismo escolar, sin contar con las inspecciones en medio ambiente o en materia tributaria.

Entre las funciones que quedan por desarrollar se encuentra la policía turística, las inspecciones en transportes o los delitos contra el patrimonio cultural.