"Me acusan de terrorismo, de colaborar con banda armada en los años 87, 88 y 89 desde Bélgica". Una orden de búsqueda y captura de la Interpol truncó las vacaciones que Juan Boris La Torre (Ayacucho, 1951), cuñado del líder del grupo terrorista peruano Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, tenía planeadas. El 5 de marzo La Torre aterrizó en Gran Canaria con la intención de disfrutar de una estancia de una semana, pero dentro de poco cumplirá dos meses en la Isla. Un grupo de agentes de la Policía Nacional se presentó al día siguiente de su llegada en el hotel en el que se alojaba. Tocaron a su puerta a primera hora de la mañana y lo condujeron a comisaría. Tras hacerles unas preguntas, lo pusieron a disposición de las autoridades judiciales, quienes le informaron de la acusación que pesa contra él y lo dejaron en libertad tras retirarle el pasaporte. La Audiencia Nacional será quien decida si procede o no la extradición a Perú, pero La Torre insiste en que es inocente. "Nunca he estado en Bélgica", afirma, "ni nunca he colaborado".

Los días 1 y 15 de cada mes, La Torre tiene que comparecer en un juzgado español. Espera que una vez que se aplique la ley, quede libre de todo cargo y pueda regresar junto a sus seres queridos, asentados en Suecia. Este país fue el que eligió su familia, salvo su hermana Augusta -primera esposa de Guzmán, ya fallecida, y también conocida como camarada Norah-, "por tener fama de ser un país muy democrático". Sus otros seis hermanos y sus padres "fueron saliendo uno a uno". En su caso, fue en 1981 cuando dejó atrás su tierra. En Suecia logró el estatus de refugiado y levantar una nueva vida. En la actualidad tiene cuatro hijos y está casado con una ciudadana mongola. Precisamente sus familiares, relata, se asustaron mucho cuando les comunicó su situación: "Temen que me pueda pasar algo si yo represo a Perú".

Sendero Luminoso sufrió un duro golpe en septiembre de 1992 tras la captura de su líder y fundador, Abimael Guzmán -condenado a cadena perpetua-, y la caída de prácticamente todo el núcleo fuerte de la cúpula del grupo de tendencia maoísta . El conflicto interno en Perú, causado por la acción terrorista de Sendero Luminoso y las operaciones antisubversivas de las Fuerzas Armadas, se extendió entre los años 1980 y 2000. Los años de violencia dejaron tras de sí miles muertes y numerosos desaparecidos.

En 1992, el gobierno peruano del entonces presidente Alberto Fujimori lanzó una orden de búsqueda, la misma por la que hace dos meses fue detenido en España. Y aunque se puso en contacto con las autoridades del país sueco por si podían ayudarle de algún modo, expone que éstas no pueden hacer nada al respecto porque "es una cuestión entre España y Perú". El fiscal, asegura, señaló que los hechos pueden estar prescritos por tratarse de una acusación antigua que acumula más de 20 años.

Para La Torre hay dos palabras que definen la situación por la que está atravesando: "frustración" e "incertidumbre". No sabe cuánto tiempo más tendrá que vivir así. La Torre intuye que en caso de ser extraditado, lo condenarán a 25 años de cárcel. Pero espera regresar pronto a Suecia, país en el que la misma acusación no fructificó. Allí, apunta, "no es un delito pensar y las pruebas son necesarias". Quien fuera cuñado de Guzmán, esgrime que precisamente sin indicios le acusó Perú de colaborar con el terrorismo. En el proceso actual en el que se encuentra, confía en que las autoridades judiciales solicitarán pruebas para comprobar si ha estado o no en Bélgica. "Un pasaje, una fotografía, una cuenta corriente... algo".

Ha viajado por muchos países como China, Mongolia, Tailandia, Rusia y diferentes Estados de Europa, pero, insiste, "nunca por Bélgica". A su país, al que nunca ha regresado desde que se marchó de él, no desea volver. De allí salió su familia por sentirse "acosada" y "perseguida" y no siente pena por no haber pisado su tierra en 36 años. "Ese país me ha hecho daño a mí y a mi familia", expone de forma categórica. "En Perú no tengo nada, ¿qué podría buscar?", se pregunta.

La Torre explica que la acusación se extiende a sus hermanos y padres. Su progenitor falleció hace años y su madre, de 96 años, también vive en Suecia. A su hermano pequeño Pablo, por ejemplo, lo detuvieron en Italia en 2003, pero la Justicia de ese país denegó su extradición, indica. La mayor tranquilidad que tiene Juan Boris es que a sus hijos tienen la nacionalidad sueca y "esta persecución no les alcanza". Por eso, y a pesar de descartar volver a Perú, sí desea que ellos vayan para que conozcan el país de sus antepasados.

La Torre relata que lo vivido en Perú y la sombra que lo persigue fuera de él después de tantos años "es agobiante". Explica, a su vez, que la comunicación con Guzmán y su hermana terminó en 1977 y que su peor recuerdo en su país fue cuando se desató la guerra: "Nunca vi nada, pero venían a vigilar la casa". Muchos más felices son los recuerdos de su infancia, cuando creció rodeado de cañas de azúcar y frutales tropicales en la Hacienda Iribamba de su abuelo paterno.

Juan Boris ha perdido su trabajo en el sector de la construcción en Suecia por su situación actual. Ahora vive en un piso de la capital, cuyo alquiler le ayudan a pagar sus hijos. Pero no es la primera vez que está en el Archipiélago. En dos ocasiones anteriores se había desplazado también a Gran Canaria, de donde destaca el clima, la gastronomía y la sencillez de sus habitantes: "No hay maldad en su proceder". Para que la espera se le haga más llevadera, se ha comprado un libro sobre la historia de Canarias y ha entablado amistad con vecinos del barrio.