Tras las primarias del PSOE el 21 de mayo para elegir a su secretario general, debe existir "una dirección legitimada, con capacidad de entender el resultado y formar una dirección lo más amplia posible". Eso es lo que espera al menos el diputado nacional del PSOE por Las Palmas, Sebastián Franquis, que sostiene que "quien gane tiene que tener liderazgo y cintura política, porque afrontar una dirección exclusivamente con la mitad del partido sería un error estratégico enorme".

En relación a la tensión en el proceso, el también secretario general de la agrupación local del PSOE en la capital manifestó que "sería bueno que los que tienen responsabilidades orgánicas" no ayuden a alimentar la polémica y se dé todo el protagonismo a los candidatos (Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López) y a los militantes.

Franquis admitió que "si cada uno está en una trinchera será más difícil" a partir del día 22 volver a unir al partido. Le preocupa la jornada siguiente a las primarias, pues la dirección que salga "tendrá que intentar cohesionar" la formación.

"Es fundamental que lo que hagamos ahora no nos haga arrepentir de lo que va a pasar a partir del día 21", expuso Franquis, que insta a "no crear más daño y más división de lo que se ha producido". En esta línea, comentó que el debate "está siendo muy duro, especialmente en las redes sociales", y eso "está haciendo daño internamente". "Hay algunas heridas que no va a ser fácil que se puedan curar de forma inmediata a partir del 22", apostilló.

Destacó que la última encuesta del CIS, en la que el PSOE recupera la segunda posición, demuestra que "hay mucha gente esperando a ver lo que hace" este partido. Un buen dato en el barómetro, a pesar de que ahora está "descabezado".

Franquis espera que las primarias "salgan bien" y las siglas queden "fortalecidas", porque en 40 años como militante nunca ha vivido "esta situación de debate interno, que produce desgarro".

Subrayó que el PSOE es el segundo partido con más años en la socialdemocracia europea, junto con los alemanes, por lo que es fundamental para el país y para Europa una solución integradora.