La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Medalla de Oro de Canarias 2017

Investigación contra el olvido

Basilio Valladares dirige el Instituto de Enfermedades Tropicales desde 2004. El catedrático de Parasitología ha publicado un centenar de artículos científicos

"Tenía claro que quería dedicarme a aquello que pudiera mejorar la salud de mi entorno". Basilio Valladares (Santa Cruz de Tenerife, 1947) encontró desde niño su vocación. Ahora es catedrático de Parasitología de la Universidad de La Laguna (ULL) y director del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias. El sentido humanitario que sus padres le inculcaron desde la cuna moldearon un espíritu al servicio de la sociedad. Ha publicado más de un centenar de artículos científicos y participado en numerosos proyectos y convenios de calado nacional e internacional. Su interés por las patologías tropicales que afectan con virulencia a las poblaciones más pobres del mundo despertó a través de las relaciones e intercambios que mantuvo en los laboratorios entre probetas, pipetas y fiolas con personal procedente de Sudamérica y África. El próximo 30 de Mayo, Día de Canarias, el tinerfeño subirá al escenario del Teatro Pérez Galdós para recoger la Medalla de Oro con la que el Ejecutivo regional reconoce su trayectoria.

Cuando se analiza la carrera de un investigador es frecuente tomar como punto de partida el comienzo de sus estudios universitarios. Pero fue antes, mucho antes, cuando Valladares dibujó las pautas de su futuro. "Mis padres eran gente sencilla", relata. Él, contable que forjó su carrera en diferentes empresas. Ella, trabajadora que abandonó el mercado laboral para dedicarse al cuidado de sus hijos. "Era un matrimonio a la antigua usanza que se preocupaba mucho de que sus hijos tuviesen una educación y trabajasen para progresar y para la sociedad. No querían que fuésemos egoístas y nos mostraron que no vivíamos solos", apunta.

Amenazas de la globalización

Con estos principios el investigador llegó a la Universidad de Granada, donde se licenció en Farmacia en 1971. Regresó a su isla natal para compaginar su trabajo como analista en el Hospital de Niños de Santa Cruz de Tenerife con el de docente en un colegio privado. En 1974, Valladares dio el salto a la ULL en el área de Parasitología. "A finales de los 80 y principios de los 90, nos dimos cuenta de que había una serie de movimientos que hacía que las enfermedades tropicales se desplazaran por el mundo de forma diferente".

Y en esa encrucijada se encontraba Canarias. La proximidad al continente africano y las relaciones que siempre ha mantenido con diversos países de América del Sur hacen del Archipiélago una región sensible a la entrada de estas patologías. Por eso en 1993 se comenzó a promover la creación de un órgano que se dedicara a ponerles coto, pero no fue hasta 1998 que se presentó la documentación necesaria para la creación del centro. Fue aprobado en 2001 y desde 2004 él es su director. Más de diez años al frente de un instituto que lucha contra las enfermedades tropicales, las mismas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) tachó de olvidadas porque el 75% de la población mundial, localizada principalmente en África, Sudamérica y algunos países asiáticos, está afectada por alguna afección de este tipo.

El investigador explica que en los países más desarrollados no se atendía a estas patologías porque no se entendían como un peligro. "Ahora hay una mayor sensibilización por la globalización", señala, "porque cada vez hay una mayor interrelación comercial y turística".

El ébola saltó hace años a la primera línea de los informativos y periódicos por su virulencia en África y la amenaza que representaba para el llamado primer mundo. Valladares, tiempo después, llegó a calificar de "anécdota" la acción de este virus. "Se le dio una gran importancia al ébola, que lo tenía, pero en cifras este virus mató a unas 12.000 personas en casi dos años. En cambio, de diarrea, se mueren 1.600 niños diarios. La diferencia es abismal", aduce.

El respaldo a la investigación es, por ello, esencial. Valladares defiende que los países solo avanzan con I+D+i . Y aunque la reciente visita de los Reyes a las dependencias del instituto supone un "espaldarazo", no es suficiente. Es necesario también el apoyo económico que la crisis frenó. Por eso se siente orgulloso de los logros cosechados y los proyectos desarrollados. No solo en Canarias, donde se ensambló una red de vigilancia y un sistema de diagnóstico que ha permitido mantener a raya la penetración de esas enfermedades, sino también en el exterior. En Perú y Cabo Verde, con la colaboración de otras entidades, ha liderado el desarrollo de programas desde 2008 que han servido para darse cuenta de que la solución no pasa por dar dinero a esos países o mandarles medicamentos, sino formación, institutos o laboratorios de investigación: "Son ellos los que tienen que tirar del carro y resolver el problema".

Pese al paso del tiempo, la pasión y la ilusión no faltan en su quehacer diario. "Para que las cosas salgan hay que creer en ellas". Y como aprendió de sus padres, anima a desprenderse del egoísmo: "Vivimos en una sociedad de la que nos aprovechamos y a la que debemos de servir lo mejor posible; hay que tener una actitud de servicio hacia los demás".

Compartir el artículo

stats