La Provincia - Diario de Las Palmas

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Susana Díaz solo ganó en dos islas y en 17 municipios

Pedro Sánchez arrasa en Gran Canaria, donde vence en todas las mesas

Si el escenario tras las primarias socialistas es desolador para Susana Díaz y sus acólitos, lo es incluso más en la Comunidad Autónoma, donde la presidenta andaluza y los suyos han cosechado un rotundo fracaso. No en vano, el hecho de ser la candidata del aparato -y la preferida de nombres propios como los de Patricia Hernández o Doll¡ores Corujo- apenas le sirvió para ganar en dos de las siete islas y en uno de cada cinco municipios en los que se dispusieron urnas. En otras palabras: el defenestrado Pedro Sánchez no solo venció, sino que arrasó, literalmente, en el Archipiélago, donde, en cualquier caso, la mayoría de barones insulares, con la excepción del majorero Blas Acosta, supieron arrimar el ascua a su particular sardina. Así pues, el mapa regional socialista, que Sánchez tendrá que coser a partir de ahora, muestra solo dos islas susanistas -Lanzarote y El Hierro- por cinco sanchistas, una diferencia que es incluso mayor en el ámbito municipal, donde la dirigente andaluza ganó en 17 demarcaciones, frente a las 59 en la que lo hizo el nuevo secretario general. Patxi López venció en solo tres.

El ejemplo más claro de la derrota del aparato de Ferraz es la isla de Gran Canaria, que se ha convertido en un paradigma incluso a nivel nacional. De hecho, Sánchez ganó en todas y cada una de las 21 agrupaciones, desde la insular hasta la de menor peso, la de la Vega de San Mateo. El renacido líder socialista consiguió en la Isla casi un 70% de los votos, por el 20% de Díaz y el exiguo 10% del exlendakari, porcentajes casi idénticos a los contabilizados en la capital. Un resultado que, en consecuencia, no solo pone de manifiesto el masivo apoyo de los socialistas de Gran Canaria a la idea de partido de Sánchez, sino que, además, afianza el liderazgo de Ángel Víctor Torres, secretario general del PSOE en la Isla y firme valedor del ganador de las primarias. Ayer, Torres se mostró convencido de que este, a pesar de la forma en que se produjo su defenestración -en aquel congreso federal posterior a una fuga masiva de integrantes de la ejecutiva-, "sabrá ser integrador". Es más, el secretario insular no quiso hacer sangre en las heridas de Díaz y López y los calificó de "fundamentales para el futuro de la organización".

En la otra isla capitalina, Tenerife, el juego de fuerzas entre partidarios de uno y otra -Patxi López siempre fue un actor secundario-, parecía, cuando menos a priori, más equilibrado. Nombres como los de Gustavo Matos por un lado, uno de los principales sanchistas en la comunidad, chocaban con los de la líder de facto en la Isla, la exvicepresidenta del Ejecutivo autonómico Patricia Hernández, próxima a Díaz. Ahí aparecían también el presidente de la gestora regional, José Miguel Rodríguez Fraga, que consiguió que la dirigente andaluza arrasara con un 80% de los votos en la turística Adeje, municipio del que es alcalde, y Héctor Gómez, presidente de la gestora insular y más próximo a Sánchez, de quien fue coordinador de campaña en Canarias. El caso, en definitiva, es que los equilibrios no lo eran tanto y Sánchez vencería con margen: un 56% de los votos por un 35% de Díaz y el 8% de López.

Sánchez ganó además en Santa Cruz de Tenerife y no tuvo rival en La Laguna, la casa de Gustavo Matos, donde logró casi un 70% de los votos de la militancia. Si fuera posible hablar de vencedores y vencidos, Fraga y Hernández serían estos últimos y Matos sería de los primeros. Este último aprovechó ayer la circunstancia para insistir en que el PSOE "lleva demasiado tiempo sin dirección".

Lanzarote y El Hierro fueron las excepciones. En ellas sí ganó Díaz, y, con ella, también Corujo, demostrando un férreo control del partido, y Alpidio Armas, uno de los miembros de la plataforma Canarias con Susana. En Lanzarote la participación rozó el 80%, la isla en la que mayores cotas alcanzó, y Díaz se hizo con el 52% de los votos, por el 39% de Sánchez, que, eso sí, ganó en cuatro de las siete agrupaciones. Díaz venció, en cualquier caso, en Arrecife, donde más votos había en juego. En definitiva, Corujo podría perder pie en una eventual lucha por la secretaría regional en el Archipiélago, pero da señales de evidente fortaleza en su isla.

En La Palma y Fuerteventura, sus respectivos secretarios insulares, Anselmo Pestana y Blas Acosta, apostaron por Sánchez, el primero, y Díaz, el segundo. Y fue precisamente el segundo el que evidenció, aparentemente, menos poder de maniobra. Y es que en Fuerteventura ganó Sánchez, pese a Acosta, con un 55% de los votos.

Respecto a las inmediatas consecuencias en la correlación de fuerzas en el grupo parlamentarios, el actual portavoz y susanista Iñaki Lavandera descartó movimientos.

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